Un pueblo vivía en hermosa armonía y convivencia.Los habitantes de este mundo no eran seres humanos, sino criaturas muy especiales. Eran monstruos. (Inspiración de los monstruos del juego Undertale). Estas especies vivían en un mundo refugiado que d...
Las mejores sorpresas siempre tardarán en llegar...
Eso mantendrá vivas nuestras esperanzas..."
Aquella noche, evadí todo la guardia vigilante arriesgándome a todo. Creo que por esta vez me salvé y no notaron mi ausencia. La única idea en mi mente era escapar para ver a mi esposa, no soportaba más el hecho de estar alejada de ella y mi hijo. Corrí hasta el refugio de Anayra, allí a la puerta me esperaba mi amigo Gabriel algo preocupado...
-¡Viejo tu abuelo! ¡Tú eres más viejo que yo!
- No es tiempo Gabriel. Peleamos luego ¿sí?
-¡Me debes una Leo! Esto no lo hago por ti ¿eh? Es por tu esposa e hija.
-¡Gracias hermano! –Exclamó Leo con alegría por saber que su amigo detoda la vida le ayudaría.
Gabriel usó sus habilidades felinas para colarse entre la gente y llegar rápido hasta el refugio de su madre.
-¡Anayra! ¡Soy yo Gabriel! Ábreme por favor –dijo el chico tocando la puerta del viejo refugio de su madre-
La anciana de acercó abrir la puerta dejando entrar a su hijo, le dio un gran abrazo y le invito una taza de té.
-¡¿Té?! ¿No hay chocolate? –haciendo ojos de gatito tierno.
-Sabía que dirías eso. Aquí está –dijo entregándole una taza de chocolate caliente-
-¡GRACIAS! –Dijo emocionado.
Gabriel comenzó a tomar la taza de chocolate caliente que le dio su madre con gran alegra. Entrañaba mucho tomar en paz una taza de chocolatito caliente después de varios meses.
-Vienes en nombre Leo ¿Verdad? –Dijo adivinando los pensamientos de su hijo-
-Sí, Leo está muy preocupado por su esposa, él me dice que estos días su esposa dará a la luz y que no le permiten venir a verla...
-Efectivamente, la señora Carmen dará a luz pronto, sin embargo temo por su salud y de la pequeña, la señora está muy delicada estos días, eso implica un riesgo para su embarazo ya que la niña nacerá débil y si no logro hacer algo, ambas pueden morir.
-Deberé avisar a su esposo, él debe estar aquí cuidando de ella... ¿Madre?
Anayra se queda mirando fijamente a Carmen, que estaba débil en una cama, sin poder moverse. La anciana de acercó a ella colocando su mano en la frente de Carmen. Y miró a su hijo con aire de tristeza.
-No hay tiempo, esta señora y su hija van a morir. Ella no podrá resistir, en los últimos días no ha tenido los cuidados adecuados. Además creo que el hecho de que fuese tomada por fuerza por aquellos hombre días atrás le afecto su salud.
-¿Entonces van a morir? ¿Todo se acabó?
-Me temo que sí... a menos que...
-¿Qué sucede? –Mirando a su madre con preocupación-
-Te quedarás aquí. Cuida de ella... su esposo va a conseguir cómo llegar pronto escapando de ese lugar y te ayudará. Yo debo ir en busca de la "Última esperanza"
-¿A qué te refieres?
- Debo ir a ese lugar, el único lugar dónde nadie de aquí conoce más que yo. Es la leyenda de la última esperanza
-¿La que me contaste de niño?
-¡Exacto! Por ahora, cuida de ella. Yo debo ir allí ahora mismo o sino de aquí a mañana esa señora y su hija van a morir. Esta es la última oportunidad para salvarla, la última esperanza para ella su familia. Esa señora no puede morir. Su hijo no puede quedar solo con su padre. No después de todo lo que pasó ahora o pasará.
-Ten cuidado madre, no quiero que ellos te lastimen a ti también como a D...
-Nada de negatividad ahora, él está bien ahora, a menos ya no será lastimado más... Cuida de la señora Carmen. Ellos no lograrán lastimarme a mí. Solo queda esperar...
-¿Esperar?
-Sí a que ocurra ese milagro. Si algo sé de todo esto es que a dónde iré a buscar la esperanza es que no siempre es posible. De las veces que he ido pocas veces he logrado presenciar el milagro... de la salvación.
-¿Qué diré Leo cuándo venga y no estés aquí? ¿Qué saliste a ver un jardín o invocar espíritus?
-¡No momento de hacer bromas Gabriel! Dile que debe ser paciente y mantenerse a la espera. Además su hijo Ale pregunta mucho por él...
-Por cierto ¿Cómo está el niño?
-Ahora duerme... sin embargo ese niño me tiene preocupada.
-¿Le sucede algo malo?
-No por ahora, pero tengo un mal presentimiento acerca de ese pobre niño. Pero no sé qué es con exactitud....Bueno, me voy debo darme prisa...esta señora y su bebé no pueden esperar por mucho tiempo.
Anayra tomo un suéter y una bufanda de los que ella misma tejía salió sin decir nada más dirigiéndose a ese lugar llamado La última esperanza.
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