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Confundido, aterrado...

No, aterrado jamás.

O al menos nunca había sentido esa sensación.

-¿De qué estás hablando, pedazo de- -se detuvo, por favor, no de nuevo, estaba hablando con su amor no con un sujeto cualquiera.

-Te preguntaba hasta cuándo te harás el idiota ¿O no te quedó claro?

Ouch.

Las palabras que salían de los labios del chico se perforaban en su cabeza de manera dolorosa, había cambiado de actitud, se notaba una débil aura de ira por parte de Black Hat... ya no dejaría que lo dejasen pisotear con tales faltas de respeto.

Pero algo lo detuvo, un olor, sus movimientos hacia el chico se detuvieron, era sutil, casi a bebé cerca de su nariz.

Flug había sido más rápido.

-Sólo terminemos con esto de una buena vez...

Los botones de la camisa carmesí volaron a algún lugar del perfumado baño, las delgadas y pálidas manos contrastaban en el torso oscuro de Black, acariciando con algo de rudeza las costillas pero siempre siendo algo delicado.

-Maldito, no-

-¡Oh! Lo siento, soy muy lento en estas cosas, ¿Sabes? -ronroneó el chico en su oído -, me gusta tomarme mi tiempo.

¿Qué pasaba?

Black no lo sabía, solo se concentraba en el tibio toque de Flug en su cuello, en los pequeños movimientos de cadera que chocaban en un costado de su muslo, en la calidez el cuerpo humano, en el olor que penetraba en sus fosas nasales sin permiso. Oh, realmente le encantaba, estaba siendo cegado por la criatura más bella de esa ciudad, de esa cafetería, de ese país y él, simplemente se dejaba llevar.

Pero ya era hora de volver a la realidad.

-Flug, Flug basta. -trató de alejarlo con palabras, pero no parecía que al muchacho le afectara en absoluto, estaba abstracto de lo que el del sombrero le ordenaba.

-N-no, no quiero... -se movió un poco en su muslo, sólo para que se relajara.

-Estás actuando mal Flug, quítate.

-Pensé que eso quería-

-¡YA BASTA! -vociferó con ira Black Hat.

El cuerpo de Flug se echó hacia atrás, como si el cuerpo de Black quemara, y así era, estaba presenciando una combustión espontánea, aunque sin embargo podía ver no quemaba la piel de Black.

-L-lo siento, lo siento señor Black Hat... Yo... -el llanto, cómo no podía faltar en las acciones inconscientes de Black.

Aún sentado con apariencia relajada, el fuego seguía ondeando en el cuerpo de Black en direcciones variadas, quemando la cortina, evaporado el agua de la tina que no había podido ser usada, derritiendo parte del inodoro, esto se estaba saliendo de control.

Pero ninguno podía hacer nada, ambos estaban en su mundo, en su retorcido mundo, dejándose llevar por la culpa, la cólera, la pena, la decepción; encerrados en sus jodidos problemas personales.

Las llamas comenzaron a hacerse pequeñas, solo dejando un diminuto hilo de humo al desaparecer.

Las lágrimas caían como cascadas por los ojos de Black, quemaban, dañando por donde pasaban.

Con que así se sentía llorar.

Así se sentía no percibir a nadie en una habitación.

Así sentía romperse una vez más.

Así se sentía una decepción.

Así se siente.

❌I Hate Sandwiches❌Re Pausada :/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora