La Diferencia de Edad

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Dormir con ella causo cambios repentinos, por primera vez en 7 años no recuerdo lo que he soñado, no he soñado con su cabello rojo, ni sus ojos grises, tampoco tuve su voz hablándome al oído.

Fue extraño... Ver los rayos del sol alumbrar mi ventana- eso jamás ocurría, nunca me quedaba dormido más allá de las 5.30am... ¿Pero hoy?.

Es diferente, estoy durmiendo con una chica en mi habitación, no recuerdo haber soñado nada, no me he levantado en ningún momento de la madrugada, no he sentido ganas de levantarme, simplemente tengo rodeada con mis brazos sobre su cintura y ella su cabeza en mi pecho, con su pijama de gato, rodea con su mano mi abdomen y yo simplemente quiero apretarla más a cuerpo.

Nunca he sentido estas ganas que siento hoy... a lo mejor es porque por primera vez en mi vida siento un deseo carnal, la forma en la que reaccione ante un simple beso, me hace sentir extraño y pecador...

Miro a la pequeña figura que estruja su mano izquierda a la almohada a su lado mientras la derecha simplemente se posa bajo mi camisa acariciando mi pecho.

Mi respiración se acelera y comienzo a sudar, su caricia despierta algo más en mi cuerpo, algo que aunque es normal en el desarrollo de hombre humano, en mi caso es la primera vez que lo vivo.

La observo girarse y como si mi cuerpo fuera consiente por sí solo, mis manos la toman de la cintura y la pegan a mi cuerpo, rozando mi pecho con su espalda, ella pega su anatomía a la mía, acomodándose entre en mis brazos, sus Posaderas se pegan a mi pelvis y oigo un gemido que proviene de su cuerpo, causando en mi vergüenza de lo que acaba de hacer mi cuerpo.

Suelto su cintura y ciento como ella toma mi mano y la vuelve acomodar mientras se pega más a mi cuerpo. Provocando que de mi boca salga un sonido un ronco... suelto todo el aire que contengo.

-Deja los nervios Raúl- escucho la voz ronca de perla.

-Lo siento pequeña pero es la primera vez que me pasa esto- digo en voz baja.

-Haz lo que sientas correcto, no tiene nada de malo... además algún día harás esto con una mujer que viva contigo y te de hijos... debes aprender- dice ella.

Sonrío, porque me gustaría que fuese ella, me acerco más a ella y veo como su mano se guía a mi pantalón tocando por encima de la tela mi miembro se forma suave de arriba abajo causando gruñidos salidos, del placer que está provocando en mi cuerpo, ella se detiene y se gira hacia mí y continua con su juego que me está matando poco a poco, mis manos por si solas comienzan a explorar su cuerpo y siento esas ganas incontrolables de besarla y lo hago la beso, mientras pego mi cuerpo al suyo y exploro su cuerpo.

Me falta la respiración pero quiero seguir tocando su piel y besándola, de forma torpe busco el cierre de su pijama y comienzo a bajarlo así como también comienzo bajar los besos por su cuello, veo como me da permiso de seguir besándola, mientras dice entre balbuceos mi nombre.

Ella toma mi mano ya desocupada de su cierre y la lleva a su intimidad.

-No te detengas, me encanta tu forma inocente de tocar- dice ella mientras con su mano me indica cómo debo tocar en su interior. La introducir mi primer dedo ella se retuerce y dice mi nombre, causando que mi cuerpo se caliente aun más, ella esta húmeda y babosa en su interior, pero aun así sigo tocándola, como si mi cuerpo entendiera sus peticiones mientras ella más aumentaba la marcha de sus caricias en mi cuerpo yo aumentaba la mía, hasta que oí su grito y sentí como por mis dedos se deslizaba un liquido pegajoso, para luego sentir como mi cuerpo explotaba en una nueva sensación que no había experimentado, me di cuenta que expulse y llene de semen tanto mi ropa como el cuerpo de ella... la vi sonreír.

Un Amor para DosWhere stories live. Discover now