Como Consumir una Perla

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La noche de bodas termino con ambos por separado, la pequeña Mariana, ha pedido a su nueva tía, solo para ella, por lo que por esta noche dormiremos los tres juntos con ella en medio.

A la mañana partimos a nuestra luna de miel, dejando a una pequeña marianita con la promesa de traerle un pequeño obsequio, llegar al sitio donde seria nuestra luna de miel fue un alivio puesto que Perla nunca ha viajado en Avión y durante este viaje estuvo muy nerviosa.

Decidimos guardar las cosas en el hotel y dar un paseo, recorriendo las hermosas calles de la isla.

-¡Amor! ¡Mira esto!- dijo Perla señalando una corona de princesas Azul como sus ojos. Sonreí- quiero una de esas para Marianita- la abrace pegando su espalda a mi pecho.

-Bien, una corona azul para la princesa- dije, entramos a la tienda y vi 4 colores distintos de corona, azul, dorado, plateado y morado. Sonrió y pido 4 coronas, una de cada color y las llevo conmigo, mientras ella observa a una niña comer una chupeta, me acerco a ella y tomo su mano, para irnos.

Después de caminar varias horas, volvimos al hotel, pues ya oscurecía cenamos y nos fuimos a nuestra habitación.

Abrace a Perla, ella tenía una sonrisa hermosa en su rostro.

-Te amo Perla- susurre.

-Te amo Raúl- susurro ella. El viento que entraba por la venta era tan frio que erizo nuestra piel, aun así no me detuve, simplemente bese sus labios.

Baje mis manos a sus piernas y la levante del suelo, envolviendo sus piernas alrededor de mis caderas camine hasta la cama con ella y me senté allí, su vestido se levantó con la segunda entrada del viento y sentí como por donde pasaba mis manos su piel se erizaba, ella tomo mi cabello y tiro de él un poco fuerte, bajo sus manos por mi pecho hasta llegar al borde de mi camisa y comenzó a subirla hasta llegar a mi pecho, subí mis manos y termino de quitar con una sonrisa, tome su rostro con mis manos y volví a besarla, una parte de mi moría de miedo y ¿si cuando lo intente la lastimo?, sentí sus uñas rosar mi pecho y me hundí en su cuello, comencé a besarla, olvide que tanto tenía que pensar, que tanto había que hacer, donde estaba...

Solo recordaba una cosa, la mujer de mi vida, mi Perla estaba aquí conmigo, comencé a oír sus gemidos y me olvide de todo lo demás, baje el cierre de su vestido y baje sus mangas por sus brazos, sentí como me empujo a la cama y se levantó rodando así su vestido, hasta quedar sobre mi cuerpo, salió de él y bajo de nuevo sobre mí con una sonrisa, desabrocho mi pantalón y siguió bajándolo hasta llegar a mis pies, subió sobre mí, pero algo en mi me impulso a dejarla bajo mi cuerpo, girando sobre ella, la ropa restante desapareció y solo quedaron nuestros cuerpos rosándose, comencé a besarla, baje por su cuello hasta llegar a su pecho, donde me distraje en sus pechos, dándoles atención a ambos, baje por su cuerpo hasta llegar a su ombligo, la vi levantar la caderas y sonreí, bese su vientre y así comencé de nuevo mi camino hasta besar los labios de su intimidad, baje a sus piernas, aun besando cada parte de su cuerpo hasta llegar a sus pies, gire su cuerpo sobre la cama.

-¿Qué haces?-Pregunto ella, en silencio comencé a subir mis besos por sus piernas, llegue a esa curva que tanto moría por tocar, apreté sus aposentos, note como se tensó y levanto su cuerpo mientras apretaba las sabanas, seguí mis besos por espalda, sintiendo debajo de mi como se movía, llegue de nuevo a su cuello- nunca había sentido algo así- susurro a ella, la gire de nuevo su respiración era irregular, sus ojos estaban cerrados-Quiero que calmes mi cuerpo, porque siento que me quemo- susurro , la bese y me acomode sobre ella, sus caderas se levantaron un poco, excitando aún más mi cuerpo, ella abrió sus piernas y con mis manos comencé a tocar su intimidad sin ningún pudor.

-Amor- tartamudeo y yo sonreí.

-Solo disfruto de ti, de tus reacciones- dije.

-Yo no quiero más...- dijo mientras con los ojos cerrados se mordía los labios y movía sus caderas al son de mis manos- te quiero a ti ya- me acomode y tome mi miembro guiándolo a donde mi otra mano acariciaba, quite mi mano y deje mi cuerpo actuar, entre en su cuerpo de forma lenta y pausada, hasta llegar al fondo, bese su boca, ambos respirábamos de forma descontrolada, salí de su cuerpo y de la misma forma entre en él, hasta volver poco a poco aumentando nuestro ritmo, comencé a gemir y deje su boca mientras la oía a ella al igual que a mí, sentí un calambre en todo mi cuerpo y la escuche gritar mi nombre y segundos después sentí como liberaba toda la tensión de mi cuerpo mientras llegaba a mi clímax, me quede sobre su pecho, mientras sentía las caricias que daban sus manos en mi rostro y cabello.

Intente levantarme, pero ella lo impidió.

-Tranquilo amor, descansa un poco- susurró. Cuando tuve fuerzas me levante, ella se estaba quedando dormida, me acomode y luego a ella sobre mi pecho, hasta que darnos dormidos los dos. 

Un Amor para DosWhere stories live. Discover now