Quédate...

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-Alonso- entro corriendo el rizado con notorio agitámiento.

-¿Qué pasa?- se levantó de aquella posición en la que estaba.

-Jos, Jos entro un paro respiratorio- dijo con voz entre cortada.

Apenas el rizado termino de hablar, el rubio salió corriendo de los sanitarios directo a la habitación donde se encontraba su novio, a unos pasos de su destino sintió sus piernas temblar, su corazón acelerarse y su vista nublarse, por un momento sintió que se desmayaría , tal vez Alan tenía un poco de razón, después de todo llevaba días sin comer bien ni dormir.

Saco fuerzas de donde pudo y siguió adelante los médicos en la puerta le impidieron el paso, el pequeño solo miraba a través de una pequeña ventana que se encontraba en la habitación, cada segundo era una tortura debieron pasar 40 minutos de espera cuando de la nada medicos entraban y salian de la habitación del pelinegro, 3 de los chicos que esperaban noticias se quedaron dormidos en la sala de espera, pero el cuarto chico y el menor de estos camino con rapidez a donde atendían a su novio, nuevamente miro por la ventana.

La imagen más horrible que había visto hasta ahora pasaba frente a él, el corazón de su novio estaba deteniéndose, con el cuerpo tembloroso observaba como este recibía descargas electricas que tenían como objetivo elevar el ritmo cardeaco del chico pelinegro

-Jos, por favor, quedate...-una lágrima rodó por su sonrosada mejilla humedeciendola.

 Después de intentar varias veces restablecerlo todo fue en vano, Alonso presenció como la vida de su novio se esfumó, fue testigo de su último respiro.

Nuevamente entro en shock sentía que el aire en sus pulmones se escapaba, su respiración era escandalosa por la falta de aire, lágrimas salian sin piedad, a lo lejos uno de sus acompañantes lo visualizo, camino lo más rápido posible hacia él al ver el estado en el que estaba solo pudo abrazarlo.

-¿Qué pasa?- el rubio hundía su rostro en el pecho del moreno mientras este intentaba averiguar porqué estaba así.

El medico encargado finalmente salio con nuevas noticias, el par de chicos faltante se acercaron para saber que pasaba con su amigo.

-Doctor, ¿Como esta Jos, ya esta bien?

El medico con la vista baja suspiro antes de dar la terrible noticia que el rubio ya sabia.

-Se hizo todo lo posible, intentamos que volviera al estado estable en el que se encontraba, pero...-pauso unos segundos- el estaba muy débil y acaba de... Fallecer.

Todos miraron al rubio con lastima y tristeza, al oir esas últimas palabras los gritos de dolor se hicieron precentes una vez más.

-NO, NO JOS NO ESTA MUERTO, NO LO ESTA, USTED MIENTE JOS Y YO VAMOS A CASARNOS EN UN MES, JOS ESTA VIVO ESTO ES SOLO UN SUEÑO, UNA MALDITA PESADILLA DE LA QUE PRONTO DESPERTARE, ES UNA PESADILLA- el rubio no quería saber más de eso, así que salio corriendo de aquel hospital en el que había permanecido las últimas 2 semanas...

La lluvia se mezclaba con sus lágrimas, su mente no le permitía pensar en nada más que no fuera Jos, corrio por las calles y avenidas como si no hubiese un mañana, casi fue arrollado 6 veces, parecía que no pararia.... Hasta que el cansancio lo vencio haciéndolo caer en verde y húmedo pasto, había corrido hasta el parque central, pero ahora mismo no sabia en donde estaba, golpeo el piso repetidas veces aun gritando por la frustración que sentía, finalmente se desvaneció callendo inconsciente sobre aquel lugar, pero antes de terminar completamente inconsciente escucho una voz que lo llamaba.

-Alonso...

¿Adios? ||J.V.||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora