5.

223 25 7
                                    

Rin era una chica entusiasta y extrovertida, eso todos los sabían, hasta ella misma, pero aun siendo de esta forma carecía de amigos, pero a simple vista podía deducir que Miku era una buena persona, y le encantaría conocerla mejor, Kaito... Era algo, por el contrario, necio, bribón y antisocial, pero aun así le agradaba, otra persona que le encantaría conocer.

- ¿Alguien más tiene hambre? - Comento Meiko aburrida de la conversación. - Deberíamos pedir comida online - Opino Meiko mirando alguna que otra página de Instagram que ofreciera un buen servicio de comida rápida.

- No es mala idea - Aclaro la peli aqua pensativa.

Habían pasado algunas horas desde que llegaron, cada uno de ellos había contribuido a acomodar las cosas que necesitaban para llevar una buena estadía, y aunque la casa incluía todos sus muebles, deberían comprar un par de cosas, como servicios, comida y de paso, una nueva maleta y ropa para ella.

Rin y Len habían quedado en la habitación que estaba en medio de las otras dos, todas en el piso de arriba, eran habitaciones bien equipadas con un closet amplio y una buena y mullida cama, pero antes de todo tenían que encargarse de ordenarlas, como todo lugar le habían dejado las coberturas y sabanas limpias para cambiar.

Meiko y Luka parecían conformes al igual que el resto, su habitación era la de la esquina derecha junto a la de los Kagamines.

Por su parte habían estado discutiendo la manera en que se distribuirían el closet entre el peli azul y ella. No era desconformismo, la situación era muy diferente a eso, simplemente el quedar con Kaito en la misma habitación no estaba en sus planes, él no es el problema si no lo contrario, está segura que habría negado un trato así si fuera alguien distinto a él, pues con lo poco que lo conoce confía en él, está segura que no le haría daño, era algo más de costumbre. Si sus padres supieran... de seguro pensarían lo peor de ella y la situación.

No, no tiene, ni tendrá nada con Kaito, es solo un simple acuerdo.

Meiko ya era una persona feliz y satisfecha tirada en el piso a medio dormir, Luka había ido a arreglar sus cosas, Kaito y Len solo estaban atentos a la tele y sus noticias deportivas cada uno por separado, habían cruzado algunas pocas palabras y no era extraño, Kaito no es la persona más sociable del mundo.

- Entonces... ¿Vienen del campo? - Pregunto la peli aqua interesada mientras seguían comiendo de la pizza que había pedido por internet, había llegado a domicilio, fue un pequeño regalo de su parte para que las cosas entre ellos iniciaran de la manera correcta.

- Si, nuestro padre dirigía una hacienda de naranjos - Comento la rubia con nostalgia - Era muy hermoso en temporada de cosecha - Dijo sonriendo al recordar. La peli aqua junto a ella también sonrió de manera amable.

- Me lo imagino - Dijo. La chica de coletas trato de imaginare algo así, y tras los relatos de Rin puede darse cuenta de los diferentes que son sus vidas, no recuerda alguna hacienda de cultivo, si es que visito alguna en su vida o como lo son realmente, durante toda su vida solo vio edificios - Creo que tienes suerte - Comento tras un suspiro, no puede comer más,

- ¿Tú crees? - Pregunto la Kagamine ilusa. Claro que es afortunada, en las cosas que ella conto, son todas verdad, pero solo conto lo bonito de su historia - Si supieras... tal vez cambiarias de opinión - Dijo sonriendo. La peli aqua le miro y asintió.

- Tal vez, algún día... tu puedas contarme tus problemas, y yo los míos, así los iremos solucionando - Dijo ella acariciando al perro que lloraba por recibir algo de las sobras.

- Claro - Respondió la rubia sonriendo. Por lo que ella conto, venia de la ciudad y había viajado de Estados Unidos, un largo viaje si se ponía a pensar, y si llevaba escapando de su familia al igual que ella, pero las situaciones eran distintas. La familia de la amigable chica la controlaba, pero bajo ninguna circunstancia trataron de dañarla para que ella diera su dinero o algo por el estilo... No es una competencia de quien sufría más, pero simplemente las diferencias eran notorias.

REVUELTOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora