REVUELTOS

19.

- Entonces.... ¿Dónde dijiste que estaban? – Meiko vuelve a preguntar en un grito, Rin bufa escuchándola desde la sala.

- ¡En el baúl! – Respondió la rubia sin deseos de moverse del sofá, Meiko ha tardado demasiado para simplemente encontrar un pote de mantequilla de maní que tiene escondido, porque si no lo esconde Kaito ya lo hubiera usado en el desayuno...

Meiko bufa desde la habitación acomodando su cabello detrás de la oreja para que no le cubra el rostro. Estar tanto rato agachada buscando algo le cansa y le ha dado calor...

La habitación de los Kagamine parece tener todo en orden, y le sorprende que este así, pues Rin no es la chica más apegada a la limpieza, sin embargo, no duda de la responsabilidad de Len. Se dirige hasta la esquina derecha de la habitación y abre el gran baúl azul con aspecto de cofre pirata, relame sus labios rojos y sonríe cuando al fin encontró lo que buscaba, sin embargo, al tomar el pequeño tarro de contenido dulce no puede evitar sentirse ligeramente atraída por un brillo que ha llegado a su rostro incómodamente.

Deja el pote de mantequilla de maní junto a ella y sabiendo que no era lo correcto se atreve a revisar parte de las pertenencias de ambos hermanos Kagamines, inclina su cabeza mientras frunce el ceño, la etiqueta dorada de un pequeño álbum de fotografías... Eso era lo que provocaba el destello de luz.

Se sienta en el suelo una vez se le han cansado las rodillas y cruza sus piernas mientras se atreve a abrir con cuidado el gran libro que tiene en sus manos.

Sonríe con dulzura, lo primero que ve es una tierna imagen de un pequeño Len de no más de un año, acaricia la foto con cuidado y pasa hacia la siguiente página. Admira la segunda foto con cuidado, un hombre de cabello rubio y ojos azules... Que irónico, todos los Kagamines se parecían, eran casi idénticos en sus rasgos y por ello puede inferir que es el padre de Rin y Len.

Meiko duda, pasa página tras página... Len, su madre, su padre, sus hermanos... ¿Dónde está Rin? Mueve sus dedos cambiando de página, Rin no aparece en dicho libro hasta después de la mitad, en la primera foto en que aparece ya esta cerca de cumplir los catorce según lo que puede inferir.

- ¿Meiko? – Rin llama su atención mientras se apoya al marco de la puerta, Meiko palidece ante su presencia y parece ponerse tensa - ¿Qué tienes ahí? – Pregunta la rubia mostrando una sonrisa en sus labios.

- Solo estaba buscando el tarro ese y encontré esto... De casualidad, no lo hice con intenciones de molestar – Exclama entre titubeos.

Rin sin embargo sonríe, se acerca a la peli castaña mientras lleva el paquete de galletas que habían quedado de comer con la mantequilla de maní, se sienta junto a ella - Ese es el álbum de fotos de Len – Exclama señalando la tapa del libro en donde se puede entender con dificultad el nombre del rubio con una horrible letra – Lo escribió cuando tenía cinco años – Dijo la rubia entre risas.

Meiko suspiro estando más tranquila, no le gustaría que Rin se molestara con ella. Teniendo a Luka en la universidad, a Miku y Kaito debatiéndose entre el trabajo y su reciente noviazgo y Rin tiene a Len con Neru así que... Estaban pasando bastante tiempo juntas y Rin le agradaba, era mucho mejor que quedarse sola siendo su única compañía el perro de Miku que dormía toda la tarde en la alfombra.

- Pensé que era de ambos... - Exclamo la peli castaña, la rubia negó.

- Cuando Len era pequeño le dieron una tarea en preescolar, hacer su propio álbum de fotos, y cumplió, pero su padre le había ayudado hacerlo así que quedó bastante decente, Len lo siguió usando y cada foto que encontraba esta pegada en este libro – Comento recordando lo que él le había contado, pues tristemente o no, ella aun no lo conocía.