Carta 2: A tu boca.

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02 de marzo 2018

Querida Onai; de tu eterna admiradora:

Bastantes fueron los días inmersa en una inspiración encerrada en paredes neuronales, con toda la preponderancia me libere de mi propio encierro creativo para escribirte, mi eterna musa de labios preciosos.

Escribo a tu boca de labios delgados, torneados y perfectos, sobre todo al sonreír.

A tu boca; esa que posee esa voz tan sublime que salta de tono a tono,irrumpe como musica en mis odios y me provoca limerencia.

A tu boca, que me tienta, que me llama, que me pide que la bese al moverse con el suave tenor de tus palabras; A tu boca que es la pieza que encajaría Perfecto sobre mi boca por tiempo indefinido.

Escribo a tu boca que provoca deseos internos diversos, que me da sed al verla como agua abundante, y no llegar a ella causa una ligera desesperación, ¿qué hay de mi? ¿Qué tan carnal será el sentimiento? porque créeme, cariño, que no es nada osado, mucho menos morboso, solo el desear tus labios con una profunda vehemencia; aguas que calman mi sed tendrán tus labios, sospecho.

Escribo a tu boca, esa de palabras tiernas, de sonrisa ladeada, de gestos sensuales, de rasgos delicados del color de el chocolate más dulce y delicioso; esa boca de filosofía hilarante, esa boca que tiene mil historias sin contar; esa misma boca que siento que me susurra al odio "te quiero" antes de irme a dormir, porque de tanto observarla mi imaginación trasciende cerrando la brecha de esta absurda realidad para hacer que estés a mi lado.

A tu boca de versos incontenibles.

Escribo a tu boca, esperando que se haga una idea de lo mucho que quiero besarla, que acepte los mil besos que quiero darle cada noche sin intermitente espera.

A tu boca; que con sus palabras evita mi actitud pusilanime lanzandome a ser bizarra, valiente y un conjunto de sinonimos mas, tu valentia es contagiosa mi hermosa Onai.

Escribo a tu boca; que me llega al alma a distancia, que me anima a descansar, que me ayuda a imaginar, que me socorre.

Escribo a boca; con la que sueño, sueño que acaricio, la que con su suave aliento rosa mi cuello y mejillas, y se posa en mi labios haciéndome danzar en ellos, un baile de dos, dos almas que cuelgan de un hilo delgado pero más fuerte de lo se vislumbra, no caemos, porque estamos sujetas... siempre estas ahí; me sostienes con el alma y con tus manos.

Perdona mi actitud desvergonzada al escribirte, es que me provocas, me inspiras, ¿ ya he dicho antes que tu ser es arte? Pues no me cansaria de repetirlo, señorita... usted es arte para mi.


Te quiero con locura.

Hermione

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