25 abril del 2018
De una ocurrente; a una Lira.
Una liga de lo cliché con lo original es nuestro particular forma de identificarnos; sin más, no existe otra explicación a tal ocurrencia.
Hermione, yo, obra de tu ocurrencia, producto de un error en la concordancia de una historia original, lo que todo el mundo espera pero no es... tu mi Harry, como respuesta a ese error que leí en tu carta tan hermosa y detallada, que al recordar tal detalle sonrió con añoranza, ¡hay un error!, pero que más da, si el cometido del encantamiento fue lanzado y acertado.
Onai; diminutivo de tu nombre, me encanta en demasía, significa brillante, y para mi eres esa esfera de luz contenida que al dejar escape su luz opaca toda decadencia. Onai que inspiras, Onai que buscas y curioseas, Onai cortito y sonoro, Onai mi dulce pequeña niña tierna que aunque lo quiera ocultar lo es.
Pequeña: ronda sobre la obviedad de tu estatura adorable que es perfecta para abrazar y ver directo a esos ojos que atrapan el ser en ellos.
Laura; seudónimo que utilizó para hablar de rincón libertad con todas las personas que se me cruzan dejándole en claro qué hay una existencia tan poderosa y artística que logra desparramar mis sonrisas por todo el lugar con su mención.
Disculpa mi breve exposición, solo escribía por aquí, porque escribir es recordarte, y recordarte es imaginarte e imaginarte hace que estés a mi lado.
Hasta una próxima locura; Hermione.
