Carta 8: Un relato.

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24 de Marzo del 2018
Para mi Ninfa; de una pasión callada.

Desnudó mis dedos y Alma para contarte mis pensamientos, y antes de dije que me es difícil ser desinhibida, pero... Joder, me provocas intensamente Onai, profunda, áspera y desgarradoramente.

Como tú complacencia es mi dulce elipsis y quisiera responder cada pregunta que tu espíritu curioso quiere hacerme, y que mejor manera que usar tu cartas para llevar más allá mis pensamientos desnudos para ti, así como ocurre en mis sueños.

Produces muchas cosas en mi ser, pero en ciertas ocaciones, cuando me expresas tus deseos, cuando tus mensajes traspasan mis fibras, ¡Joder! Me excitas, y es incontrolable.

Siento ese deseo fárrago de tener tus manos, me inquieto, y me reprendo, pero cuan dulce es esa desesperación, porque a veces me gusta provocarte solo para sentirla.

Tu perversidad natural es un detonante, me gusta, pero me avergüenza admitirlo, rojas mis mejillas están de imaginar que ahora lees estas escandalosas y febriles palabras.

Este sentimiento acéfalo de querer hacer todo contigo, nos sueño de maneras que a veces no pretendo contarte, por respeto a no provocar reacciones que no puedo menguar en la lejanía; ¿Estaré dando respuestas o solo es más palabrería culposa y casta, llenada de baches sin agua?

No lo sé, mi bella piel morena de palabras tentadoras, pero quiero expresarle que usted me llena de sentimientos y pensamiento más que tiernos, me llena de llamas abrasadoras.

Le relato, ya evadiendo los riesgos antes mencionados ¿estés bien que le siga contando? Pues repartiré estas ardientes ideas en cartas al azar.

Uno de mis sueños; en los que besos cariñosos pasan a ser mas dependientes, mas abrasadores e intensos, cuando las manos no pueden mantenerse quietas sobre las mejillas y continuan decendiendo explorando todo el cuerpo, susurramos a nuestros oidos las necesidad que emana de nuestros poros.

Y me vas desnudando, pero aun tengo mis ropas, es tu mirada la que me despoja de mis inhibiciones, ¿Es este un sueño? me pregunto, sabiendo que lo es, solo quisiera que no.

Las prendas empiezan a dejarnos, y besos delicados son dejados en mi cuello, suspiro vehemente ante lo nuevo de estas sensaciones, susurras a mis oídos tu deseos, tomo tus labios entre mis dientes porque es la manera en la que mi deseo se manifiesta, jugamos a caminar entre besos y terminamos en la cama... lamento no poder continuar.


En otra ocasión te cuento; Tuya.
Hermione.

Cartas a OnaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora