20 de marzo 2018
A mi inspiración; de tu principiante.
Te confieso que estás cartas las empiezo y una que otra no la termino esperando que algo me inspire para que encajen perfectamente con lo que quiero transmitirte, no están escritas en un orden específico aunque tengan fecha, solo puede ser que la fecha sea porque ese día la he terminado, o porque recordé tu sonrisa que siempre me inspira.
¿Qué tal la rutina de leerme? Me avergüenza sólo pensar que no es suficiente lo que escribo porque mereces un millón de escritos, pero ninguna palabra es suficientemente digna para describir cuan maravillosa eres.
¿Que escondes y cual es el secreto que entraste en mis ojos? Dime cómo haz roto las barreras, dime, explícame cómo llegaste hasta aquí, hasta mi, ¿que no era yo suficiente invierno? Evadiste mi rutina fría y me mantienes cálida, y todo lo haces con la mirada y la sonrisa perfecta, tus palabras y tu presencia sin tocarme un solo cabello.
Rompes la rutina de lo recto, que abstracto es todo a tu alrededor, como el arte que eres, como escribí a tus ojos, cómo lo que escribí a tu boca, como lo de las pasiones desenfrenadas, como lo que por ti hago y por nadie más hacia o haría porque en nadie más e encontrado inspiración, musa, deidad, Ishtar mía.
Tantas son las preguntas que deseo hacerte, pero espero paciente, porque solo falta un día menos para ese algún día, descanso en la visión de estar en tus brazos y que tú seas toda mi respuesta; mi respuesta en una boca llena de besos que no tendrá que contenerse más para saciar, te espero fuera de la rutina de estar una tan lejos de la otra.
Te quiero con vehemencia, nunca lo dudes.
Te seguiré escribiendo; te quiero.
Hermione
