Día 5: Escribir la historia de una canción.
Los recuerdos pasan por mi mente. Una y otra vez. Doy vueltas en la cama tratando de conciliar el sueño. Mi habitación, mi casa, la ciudad entera están sumidas en un silencio absoluto. El único ruido está en mi mente, que no para de torturarme.
Tu rostro se burla de mí. La manera en que torcías tu boca cuando sonreías y los hoyuelos que me gustaban acariciar me provocan ganas de llorar.
Caminábamos tomados de la mano aquella tarde de verano por el parque, tú te habías puesto esa camisa con flores que tus amigos se burlaron llamándote maricón, pero no te importó y la usaste porque sabías que me gustaba cómo combinaba el estampado con el color de tu piel. Nos observaban, nos juzgaban, se preguntaban si qué hacian dos personas de diferente clase, de diferente historia juntos. Aún así, entre tanta envidia y celos, brillábamos.
Doy otra vuelta, fuerzo mis párpados cuando siento cómo tu mano recorría con delicadeza y suavidad mi pequeño cuello. La mente puede ser muy traicionera durante la madrugada.
Las peleas son algo que jamás podré olvidar. Cuando discutíamos por tonterías, cuando era por algo serio o por males entendidos. Aún así te amaba, con locura, con devoción. Recuerdo la manera en que la vena de tu frente se hinchada cada vez que me levantabas la voz y pensaba que te veías realmente sexy. Me distraías, nublabas mi sentido común y con un gesto me tenías de piernas abiertas.
Porque amaba darte amor, amaba hacerte temblar bajo el vaivén de mis caderas. Era un placer prohibido escuchar cómo jadeabas pidiendo que nunca me detuviera. Y tú me complacías con tus peligrosos besos; solamente debías usar esos expertos labios para hacerme tocar el cielo con las manos.
No había secretos entre nosotros porque era nuestra única regla. Me desnudaste, pudiste ver mis demonios internos, mis alegrías, mis temores. Te dejé ver mi alma pero tú no me dejaste comprenderte; cerraste la única puerta que me conducía a tu verdadero ser.
El mundo decía que éramos la pareja perfecta pero eso no era cierto. Detrás de cada sonrisa, había lágrimas. Detrás de cada beso, había celos. Detrás de cada palabra de amor, había una mentira.
Cuando cierro los ojos y me entrego a mi tortuosa mente, imagino que todo lo hago bien. No hay peleas, no hay celos, no hay odio. Estamos bien, siendo felices porque amamos nuestros defectos. Soy masoquista al desear poder vivir para siempre en este mundo imaginario, aferrándome aún más a los recuerdos.
Tu mano acaricia mi vientre, tu boca juega maquiavélicamente con mi piel sensible. Entre la mezcla de tus jadeos y mi llanto me dices que me amas y que nunca me dejarás. Me prometes que seremos uno para siempre.
No sé qué hice mal, no encuentro las fallas. Pero si hoy llamas, te perdonaré olvidándolo todo y dejándote regresar al lugar que perteneces.
Eras mi luz entre tanta oscuridad. Mi alivio entre el pánico. Mi esperanza entre la desesperación. Me aferré con fuerza a tu mano, al amor puro que me brindaste. Pero di un paso en falso y me dejaste en este pantano de soledad y dolor.
Sólo son recuerdos que me mantienen despierta por las noches. Que me hacen volar a un lugar imposible. Son recuerdo que corren por mi mente como si se tratara de una película.
Canción elegida: Supercut
Artista: Lorde
Álbum: Melodrama
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30 Lágrimas de Tinta
De TodoTreinta relatos, treinta oportunidades para adentrarte a mi mente. Un desafío para conocer mis límites. Esta idea fue propuesta por Wattpad Latino (@Walatino). Todos los créditos les corresponde.