Just One Minute | Bodoque y Juanín | 31 Minutos [Editando]

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A unos días de su regreso, Juanín la pasaba mejor que antes, y sus amigos lo trataban mejor, en ese lapso de tiempo en el que no estuvo, Tulio contrató a una chica, había escuchado que era su sobrina, aún era estudiante de periodismo y venía a hacer su práctica al estudio, se veía bastante decente, y cariñosa sobretodo por su forma de hablar, Bodoque pasaba mucho conversando con ella, más bien le coqueteaba, y en este momento se pasaban los comerciales, Juanín barría mirando la escena distante.

---Ese profanador de cunas...---Dijo con recelo, mientras seguía barriendo, comenzó a espiarlos de reojo, al parecer la chica solo se dejaba jotear.

En un determinado momento Juan Carlos le preguntó su edad como si nada, él había supesto que tendría unos 29 o algo así, pero al escuchar "17" su cara cambió totalmente, no tenía para nada cara de ilegal, al poco rato cortó la conversación y se marchó, llegando hasta Juanín quien soltó una pequeña risa luego de ver la escena.

---¿Qué?

---Nada, recordé un chiste.---aguantó la risa.

---Ah...y dime, ¿Cómo te encuentras?

---Yo bien, me siento más útil ahora que me tratan mejor.

---Suerte que en estos tres días todo mejoró.

---Ah...si.

---¿Qué pasa?

---No nada, no quise responder asi, creía que...---Bodoque esperaba la respuesta.---Olvídalo me debo estar volviendo loco.

---Yo pensé que todo estaba en orden ahora...

---Mi corazón no...---Susurró adolorido.

---¿Qué dijiste?

---Nada ¿Por qué?

---Juanín, te escuché.

---¿E-escuchar qué?

---Lo dijiste...---Lo tomó de los hombros, exasperado, quizá se acercó demasiado, eso explica el porqué Juanín se sonrojó.

---B-bodoque ya vamos a volver, mejor regresa a cámara.---Apenas podía articular palabra, Juan Carlos lo soltó y lo miró sorprendido, se notaba la enredadera de preguntas en las que pensaba, y sin decir nada volvió a su puesto y presentó nervioso su nota verde.

Apenas terminó corrió a donde supuestamente estaba Juanín, pero el había sido más astuto y se fué a esconder al baño de funcionarios, Bodoque no lo encontró, y le preguntó a Fermín Virutillo, este le dijo el lugar de su escondite, en donde procedió a tocar la puerta.

---¡Está ocupado!---Gritó desde adentro, Juan Carlos escuchó el sonido del agua corriendo, y como el baño no tenía pestillo entró como si nada.

El chico albino lo vió por el espejo, y volteó para enfrentarlo.

---¿¡Qué haces aquí!?¡Te dije que estaba ocupado!---Bodoque no respondió, cerró la puerta y comenzó a acercarse, su mirada era seria, pero Juanín notaba que era de satisfacción, y le pareció extraño.

El que en otro universo era un conejo rojo, se aproximó lo suficientemente cerca como para sentir la respiración de su contrario, por otro lado Juanín se seguía apartando y terminó por quedar sentado en el lavamanos, el miedo lo cubría como la primera vez que recibió su traumante beso, todo ese miedo se había ido cuando sintió como Bodoque apartaba los mechones que cubrían sus hermosos ojos, y lo besaba con ternura. Al principio fué lento, casi como rogando por aceptación, y al ver que el pequeño le correspondió, pudo sellar por completo sus labios, posando su brazo en la cintura del bajito.