VIII

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Un año.

Tan solo un año había pasado, era de admitir que toda la presión que alguna vez sintió, fué una fusión tal como la mantequilla al sol, había cambiado a un hospedaje cerca del centro, quien sea que lo hubiese visto no lo habría reconocido, luchó para encontrar un empleo que lo mantenga, y por su talento lo encontró como dibujante de caricaturas en una revista, quizá tenía ese don guardado para sí. No solo el cambio era grande en su semblante, sinó en su apariencia, ya no cubría sus ojos, gustaba de vestirse con camisetas delgadas o suéter cuando el clima estaba bajo.

Era una persona feliz en todos sus aspectos, quería lo mejor para el mundo, y felizmente esa inocencia y generosidad nadie la había profanado.

Regresó a casa después de una larga jornada de intenso trabajo, se encontró con la casera apoyada en el marco de la puerta, se había ganado el cariño y el corazón de aquella mujer que lo trataba como a un hijo.

---¿Otra vez llegando tarde mi hijito?

---Hehe, lo siento tía Zoi, tuve harto que hacer...---Cerró el porton del lugar, y siguió a la dama.

---Venga, pase a tomar un cafecito con pancito.

---Gracias tia pero estoy b-

---No no,  nada aqui de que estoy bien, está muy flaco, le falta músculo, ¿No vé que despues no se puede pegar esos piques al centro?

---Bueno..---Con una sonrisa en su rostro se sentó en el comedor, Doña Zoila volvió con un café poco cargado, y en la mesa le dejó un par de embutidos y pan para sentarse con el.

---Ya, cuénteme ¿Cómo le fué en el trabajo?

---Mas o menos, tengo que hacer pega extra porque un compañero está con licencia.

---¿Y a ti te gusta hacerlo?

---Si, siempre, el problema es que no me van a pagar a mí por hacerlo, le van a pagar a el.

---¡Pero si el no ha hecho nada!¡Cómo se le ocurre que lo anden tratando como a un perro, yo mañana mismo voy a conversar con ese caballero!

---No, por favor no lo haga, si arma un escándalo puedo salir perjudicado.---Aguantó un poco la risa al ver lo atenta que era la señora.

---Bueno...¡Pero si te la vuelven a hacer, yo misma voy a hablar con tu jefe!

---Si tía...---Y tomó un largo sorbo del café. Al terminar, se despidió cariñosamente de la señora y fué a su habitación.

Luego de cambiarse de ropa y alistar el morral para mañana, sacó su teléfono  revisando si tenía llamadas o mensajes pendientes.

Y claro, habían tres de un número desconocido.

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¿?
En línea
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Hola.*

Necesito que nos veamos en la plaza

Es urgente.

*

¿Quién eres?

*

Soy Juan Carlos.

*

¿Cómo conseguiste mi número?

Just One Minute | Bodoque y Juanín | 31 Minutos [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora