Just One Minute | Bodoque y Juanín | 31 Minutos [Editando]

XVI ·Bad End·

¡Jesus fucking christ, they like it!

Último capítulo.

Este final comenzará justo después de que Juanín saliera furioso del hospital.

···

Comenzó a odiarse a si mismo, su ignoracia y la maldita fé que apostaba a todo, sentía una impotencia que lo hizo empujar a todo aquel que pasara por su lado. Ya no le importaba si alguien veía o no sus ojos, solo pensaba en mil maneras de matarse por creer ciegamente en alguien que no valía la pena, a medida que avanzaba las gotas de tristeza resbalaban y daban a entender que la rabia poco a poco le consumía, y lo quebraba.

En lo que repetía este pensamiento, cruzó la calle, confíandose del reflejo en verde del semáforo que la lluvia había ayudado a crear, de reojo veía como una luz potente se acercaba, su cabeza de pronto dolía, y todo aquello ocurrido en los días que pesaba, pasaron frente a sí, todos esos sentimientos mezclados habían sido recordados en fracción de segundos, mientras veía la calle darse vuelta desde su ángulo, de ahí todo negro, su mente, su cuerpo, todo estaba quieto, sin pulso alguno, la vida del joven Juanín Juan Harry había terminado y por ende la mitad de esta historia.

Aquella otra mitad se está centrando en Juan Carlos Bodoque, quien miraba hacia la ventana melancólico, pero tenía el presentimiento de que algo estaba pasando. Aquella sensación acabó de golpe, como si de la nada algo le hubiese sido arrebatado y nadie más que él se había dado cuenta, sentía que le habían robado algo preciado para él, pero no estaba tranquilo porque su conciencia decía que ya era tarde ¿¡Tarde para qué!? No estaba captando el mensaje, quería levantarse he ir a averiguar lo que sea que le tenía preocupado, se estaba comiendo por dentro en lo que entró otra enfermera que no conocía.

----¿Donde esta la señorita María?---La mujer lo miró incrédula, sus palabras irónicas le indicaban que no solía ser tan amable como su antigua cuidadora.---¿Esa otra loca? La echaron porque no cumplía con las normas del hospital, pero yo estaré aquí para tí no te preocupes.---Le dijo melosa.---Ya le empezaba a dar asco, se repetía mil veces el Juanín en la mente, algo en plan "Yo conseguiré ese algo con el y lo sabe", y seguía repitiendo frases. Pero algo dentro de sí veía dificil la situación, una impotencia cubierta de curiosidad y las ganas de tener las piernas sanas para correr de aquella prisión y de aquella enfermera que a cada palabra dicha le provocaban unas ganas de vomitar, y gritarle a los cuatro vientos, a quien quiera que se cruze por el camino de su palabra: "Me gustas Juanín", lo que no se atrevió a decirle teniéndolo de frente.

Y que era este nuevo sentimiento, había destapado una verdad entre él y su subconciente, quien le decia que había algo más que atracción entre el y el pequeño de cabellos nieve, quizá era eso aquello que le incomodaba, el querer estar con el, pero como se le llamaba a ese sentimiento, "Extrañar a alguien" quizá, luego de pensarlo el sedante que le había puesto la enfermera hizo su debido efecto, y se quedó dormido.

Habían pasado 4 horas, despertó con un dolor punzante en la cabeza, de a poco su vista comenzaba a enfocar a las recientes visitas, sentadas al lado derecho de su cama, escuchaba sus voces a lo lejos, pero hubo una frase en particular que le hizo abrir los ojos exaltado, parecía una mala noticia, puede que no haya oído con claridad, pero estaba seguro que estaba la palabra: "Harry", y ese aire de tristeza que emanaba de la persona, confirmaba que lo sentido hace unas horas atras no fue producto de su imaginación. Comenzaba a enfocar, y en el momento vió a su amigo Tulio, con la cabeza gacha, habían unas pocas gotas en el piso, él se tomó la cabeza y casi en un sollozo dijo:

----Juanín está muerto...

No, no podía ser cierto, ¿Es una broma de mal gusto? No, no lo creía, Tulio nunca haría algo como eso, ¿Y que eran esas lágrimas?¿La culpa?¿O la verdad?¿No esta mintiendo? Puede que no esté seguro de lo que habla, Juanín no puede estar muerto, lo había visto hace unos momentos, ¿Qué fué lo que pasó en ese momento? Lo herí, y el se fué, y me llamo idiota, fue...fue mi culpa, yo rompí sus sentimientos, yo hice eso, el murió por eso, no pude decirle lo mucho que le quería, lo que deseaba tenerle aquí, conmigo, ¡Fue un tiempo tan corto!¡Y ni fuí capaz de al menos decir un "te amo" quiero estar contigo, quiero verte, quiero sentirte, quiero abrazarte, ¡Mierda! ¡Tiene que estar vivo!, ¡Como es posible que no lo este!, Tulio, dí algo no te quedes ahí llorando, dime que fue una broma, dime donde estan las cámaras, ¿Cómo que el funeral será mañana? ¡No digas eso el esta vivo! ¡Él va a volver! ¡Y yo le diré que soy un tonto, un imbecil, un ignorante, un idiota....!

Idiota...

Soy un idiota...

Su pulso comenzó a apagarse, en lo que sonó una alarma de la habitación, Tulio volteó y vió que venía del cuarto de Bodoque, antes de poder entrar unos paramédicos lo apartaron y le dijeron que espere afuera, enseguida escuchaba que el médico daba instrucciones a los enfermeros, las voces y el sonido de las máquinas eran un caos, fué entonces cuando se escuchó un pitido que permaneció ahí, que no quiso continuar, al igual que la vida de Juan Carlos Bodoque.

Ese Sábado 16 de Junio, se efectuó el funeral de Juanín Juan Harry y Juan Carlos Bodoque, ambas almas que alguna vez compartieron un pequeño sentimiento llamado amor, ahora permanecen ambas conciencias apagadas, no hay cielo, no hay infierno, solo la paz del ataúd.

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