Educación I

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¿Qué importa si los alumnos aprenden? Da igual.
¿Qué importa que los alumnos entiendan un comino de lo que hablan y escriben? Da igual.
Preferimos una máquina que sólo copie y pegue lo que le mandamos a investigar o les dictamos, una máquina de regurgitar información que no comprenden, que llenen el cuaderno y la hoja de examen por lado y lado de palabras y conceptos que no entienden en lo más mínimo por una calificación altísima que no merecen, pero que ganan por tener el pelo corto y un suéter azul y no rojo.
¡Miren a ese joven! Sólo llenó la mitad de la hoja, le sobraron 25 páginas del cuaderno. Está mal, muy mal. Miren lo que escribe, su lenguaje, miren su actitud, es diferente...no podemos permitirlo.
—Joven, ¿Por qué usted no llenó la hoja de examen ni el cuaderno? Eso le va a costar un cuarto de la nota.
—Profesor, permítame diferirlo. Yo no soy una de sus máquinas vomita-ignorancia. Yo quiero Ser alguien. La hoja de examen y el cuaderno no están llenos porque yo entendí algo de lo que ustedes desparraman mientras dicen enseñar, logré sintetizar y analizar algo al punto de reducirlo a palabras simples...¡Yo sí he aprendido!
—¡Alumno insolente! Ve a la dirección.
—Con gusto.

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