Llegue a España y me recibió la familia de acogida en el aeropuerto. Me quedaría con ellos estos 4 meses, ellos eran una pareja de unos 35 años que tenían dos hijos gemelos, uno era Dereck y el otro era Eddy ambos muy parecidos, solo sus ojos y el cabello eran diferentes, pero de ahí en mas iguales, tenían mi edad algo mayores por un par de meses pero de mi edad.
Nos hicimos amigos desde el primer día y me aceptaron tal y como era, siempre salíamos a pasear e íbamos en la misma preparatoria.
Todos los días recordaba a mi niña, la pelirroja que deje en México, mi niña ¿como estaría con su panza? Hay tan solo de imaginarme las lágrimas brotaban de mis ojos. Mi pequeña sola ¿qué tal si el canalla no le respondió? ¿Qué tal si Blanca no la aceptó? No, no eso no podía pasar. Ella tenia que tener a alguien a su lado para que la cuidara.
Todos los días me preguntaba eso, que es de mi niña. Pero había decidido darle la espalda, cuando mi tía Toña hablaba me decía que Dul todos los días preguntaba por mi y que ella le decía que le mandaba saludos y besos. De la nada recibía postales de ella, diciéndome como iba en la escuela y que me extrañaba, que me quería a su lado. Yo no respondía, ¿como mi Dul no me contaba nada de su embarazo? ¿Porque no me decía nada? No sabia porque.
Paso el tiempo y ya solo quedaban unas semanas de mi estancia, había hecho trámites a una universidad de donde soy, así que tenia que regresar para acabar los trámites. Pero también me ofrecieron estudiar en España, me dieron unos días para dar respuesta a si me quedaba o me iba.
Era el día en que tenia que tomar la decisión tome los papeles, me vestí respecto a la ocasión y me dirigí al edificio de Ingenierías, me senté en una de las sillas de la oficina todavía faltaba al rededor de 1 hora para mi turno. Pensaba y me decía una y otra vez ¿y ahora que hago? Todavía no sabia que elegir, si irme o quedarme. En eso una señora de avanzada edad se sentó junto a mi, su cabello canoso brillaba y su sonrisa aun mostraba sus blancos dientes. Me saludo con una sonrisa. Yo sólo la miraba de reojo.
-Hola muchacho.- me dijo la señora sacandome de mis pensamientos.
-Buenas señora.- me sonrió.
-Tu no eres de aquí, ¿verdad?
-No, soy de México.- se le iluminaron los ojos.
-Hay mi México querido tantos años que tengo sin ir desde que murió mi Nachito.- dijo con algo de melancolía.- Cuando era joven me enamore de mi Ignacio, el era de allá.
-Lo siento señora.
-Hay no tienes porque sentirlo todo en esta vida pasa por algo, quizá ya era su tiempo.- me dijo encogiéndose de hombros, yo solo le sonreí y asentí.- Sabes...- dijo como recordando.
-¿Que señora?.- pregunte.
-Nunca, pero nunca renuncies al amor. A veces es cruel, pero cuando abres tus ojos te das cuenta que todas esas adversidades eran solo pruebas para no daré por vencido.- me dijo con una tenue sonrisa.- Las pruebas son sólo pequeñas cosas que nuestro señor Jesús pone en nuestro camino.- dijo personándose y lanzando un beso al cielo.- Cuando uno las supera recibe las recompensas por esas adversidades.- en ese momento mi cerebro y mi corazón procesaron lo que me acabada de decir la señora, yo tenia que luchar por mi niña, ese bebe lo querría tanto o mas que su verdadero padre mi decisión ya estaba tomada, me iría de vuelta a México para estar con mi niña. Solo le Sonreí a la señora.
-Tiene tanta razón, señora.
-El diablo sabe mas por viejo que por diablo.- me devolvió la sonrisa.En eso en los altavoces se escuchaba ”Esperanza Cooper favor de pasar al salón amplio” no lo podía creer acababa de hablar con una de las mas grandes catedráticas de la ITESO. Vi como la señora se para y s despidió de mi. Le sonreí y en de momento me hablaron para pasar con los administrativos, entre.
-Buenas tardes joven Uckermann.- dijo el doctor Vega en su asiento.
-Buenas tardes profesor Vega.- me estrecho la mano.
-¿Ya tomo una decisión?- Sonreí.
-Si, me voy a mi país...Dije con una gran sonrisa, sabia que tenia que explicarle a Dulce todo y darle mi completo apoyo y luchar por mis sentimientos. Salí de la oficina del doctor mas decidido que nunca. Ese mismo día empezaría mi maleta para irme en el fin de semana.
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ABRE TUS OJOS
KurzgeschichtenEra un estúpido, bueno lo sigo siendo. No puedo dejar de lado todo lo que hice para separarme del amor de mi vida. Pero bueno, si... si no me juzguen, intente separarme de ella no una, ni dos, ni tres veces... sino un montón, ya no tengo la cuenta...