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     Stephanie Rogers había tomado una decisión. Pasaron varios días para convencerse a sí misma que no estaba traicionando a Peter su antiguo amor por ir tras Anthony Stark. Al contrario, se imaginó a éste dándole una reprimenda por no hacer nada al respecto y buscar a Stark. 

     Era un poco extraño pensar en Anthony como algo más que un amigo, ya que era el hijo de uno de sus amigos en la Guerra. Imaginaba a Howard presumiendo a todo mundo que su hijo salía con la Heroína de la Guerra, Stephanie Rogers. Sonrió ante eso antes de mirarse nuevamente en el espejo. Portaba su ropa casual, nada ostentoso, su cabello estaba recogido en una coleta alta; sencilla.

     —¿Saldrás?

     Steph levantó la vista y miró a través del espejo del baño, encontrándose con su amigo recargado en la puerta.

     —Sí, solo será un momento.

     —Steph... yo...—Titubeó el soldado con nerviosismo. —En verdad lo siento.

     La rubia suspiró y negó con su cabeza. sus párpados bajos dejaban en claro que no quería que se volviera a tocar el tema.

    —De verdad lo lamento.—Insistió el castaño.—Sé que habíamos dicho que no...

     —Bucky, por favor...

     —¡No! Steph, por favor. déjame hablar, de verdad necesito que me escuches.—Insistió nuevamente, clavando sus tristes ojos en los de ella. Estuvieron en silencio por unos pesados minutos. La soldado finalmente desistió y encaró al otro.—Escucha, se que es mi culpa que Stark no te hable y que esté molesto contigo. Yo, lo que pasó en Siberia se salió de nuestro control. El hombre que provocó aquella explosión sacó al Soldado del Invierno y... Dile a Stark que lo lamento. —Terminó en un susurro, bajando su mirada y sintiendo la culpa comerse su cordura.

     —Tony lo entenderá.—Afirmó ella.—No permitiré que los dos hombres que son lo más importante en mi vida se consuman de esa manera.

     Bucky levantó su mirada con sorpresa ante la firmeza con la que ella habló. Observó aquel brillo intenso en su mirada y se sintió oprimido por sus recuerdos; recordaba claramente la obstinación de Stephanie de hace setenta años. Hoy miraba nuevamente su característica más llamativa y la cual admiraba siempre. Sonrió un poco y asintió.

     —De verdad te gusta.—Bucky sonrió divertido al ver el ligero sonrojo que se marcó en el fino rostro de su compañera. Se acercó a ella y la envolvió en un fuerte abrazo. En ese momento echó de menos su brazo de metal.—Me gusta que sigas luchando por lo que quieres.—Le susurró en el oído. Para cuando se separaron, Steph mostraba una amplia sonrisa.

     —Peter querría esto.—Dijo ella con nostalgia.

     —Peter nos hubiera golpeado a los dos.—Bucky acarició el rostro ajeno y sonrió nuevamente.—Ve por él, has lo que tengas que hacer. Vale la pena.

     —Bien. Te veré más tarde.—Dijo, alisando su playera blanca.—Si todo va bien...

      —Si todo va bien usa protección.

     —¡Bucky!—Exclamó la rubia, dándole un golpe en su hombro bueno.—Te veré más tarde.

*****

     Steph bajó de su motocicleta al estar frente a la Torre Stark. Tragó saliva, sintiendo sus manos comenzando a sudar por el nerviosismo. Caminó lentamente, repasando en su mente todo lo que quería decirle al genio cuando le viera, Tony era muy complicado y sabía que debía ser cautelosa con sus palabras, debía ser cortes y evitar marcar los errores que el otro cometía. Estuvo por entrar al elevador cuando una voz le detuvo.

No Era Lo Que Esperaba (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora