No Era Lo Que Esperaba (TERMINADA)

11 (Final)

     Una semana. Una semana, siete días y no había recibido ninguna noticia de parte del genio. No se había despegado de su celular en todo ese tiempo, teniendo la estúpida y ligera esperanza de que él le contactaría. Suspiró por décima vez en el día, sin despegar su mirada de ese pequeño aparato que en ese momento parecía estarle causando molestias.

     —¿Sí sabes que mirarlo no va a hacer que te marque, verdad?—Dijo Bucky con tono juguetón.

     —Lo sé.—Steph se encogió de hombros y continuó jugando con el desayuno en su plato.

     Bucky se sintió mal por su amiga, le preocupaba verla tan decaída a la espera de alguien, que al parecer, no se dignaría en aparecer pronto. Suspiró con cansancio y negó.

     —Vamos, Grace. Deja de preocuparte.

     Stephanie levantó su mirada e hizo una mueca de molestia.

     —No me llames así.—Gruñó con fastidio.

     Bucky rio al tiempo que se ponía de pie y dejaba su plato en el fregadero.

     —Lo que tú necesitas es salir.—Bucky le daba la espalda, mientras se hacía cargo de lavar su plato.—Olvidate por un día de Stark.

     Stephanie le miró ofendida, pensando que quizás su amigo ya había perdido la cabeza. ¿Cómo se le ocurría pedirle eso?

     —Debo ir a SHIELD, Fury quiere que haga un reporte sobre unos nuevos reclutas.

     —No esa clase de salidas.

     —Sé a lo que te refieres.—Dijo ella con algo de brusquedad.—Sabes perfectamente que no me interesa esa clase de...

     —No.—Aseveró Bucky.—Steph, estoy harto que te sigas deprimiendo  por culpa de Stark. Pensé que después de que vivieras con él todo mejoraría pero veo que no es así.—Bucky miró a su amiga bajar la mirada. Estaba siendo duro con ella, pero era necesario sí quería lo mejor para ella.—Sé que le quieres pero... Esto... Es enfermizo. Te estás haciendo daño.

     La rubia no dijo nada más. Sólo se puso de pie y salió de la cocina para ir a su habitación. De manera automática, lavó sus dientes, se puso una muda de ropa limpia para luego salir de su apartamento y montarse en su motocicleta.

     Por un momento se concentró sólo en sentir el ronroneo del motor entre sus piernas, la vibración del vehículo haciéndole sentir un suave subidón de adrenalina, eso sumado al hecho de que estaba demasiado sensible respecto a sus emociones, terminó en ella dando un largo viaje que acabó luego de unas horas justo al frente de la sede de SHIELD.

     Se cuestionó algunos segundos si debía bajar de su moto o simplemente dar la vuelta e irse por dónde había llegado. No era tan importante lo que debía hacer ahí, al menos por ahora. Estaba por retirarse, cuando escuchó el rugido de un potente motor a su espalda. Se giró y por unos segundos creyó que su corazón se había detenido.

     Tony bajó con elegancia de su deportivo, se quitó sus lentes oscuros y entonces sus ojos se encontraron con los de la soldado. Quiso sonreír, pero sólo le salió una mueca extraña. Metió las manos a los bolsillos de su pantalón y se acercó a la rubia con paso firme, intentando con todas sus fuerzas disimular sus nervios.

     —No sabía que eras el nuevo monumento de SHIELD. Cada vez son más creativos.—Rogers frunció el ceño, molesta por las palabras del genio, pero no dijo nada. Tony carraspeó y parpadeó varias veces sintiéndose incómodo ante el mutismo de la soldado.—Bueno, como estabas tan quieta pensé que eras una estatua, ¿vas a pasar?—Indicó la entrada con un movimiento de su mano.