Baby, Don't Cry {ChanBaek}

Capítulo 1

Baby Don't Cry

Capítulo 1: Dolor.

Dolor. Lo único que podía sentir en ese momento era un profundo dolor. A su alrededor todo era negro. El joven Park Chanyeol lloraba silenciosamente, unas cuantas personas vestidas de negro lo rodeaban, incluso había una mano adulta posada sobre su hombro en signo de compañía, pero se sentía solo. No era capaz de sentir la calidez de aquella gente ni de escuchar las dulces palabras de consuelo que le brindaban esas señoras; tampoco sentía frío, a pesar de que el cielo estaba nublado. No tenía hambre, sólo sentía sus pies pesados, su estómago hecho un lío, su espalda rígida y sus ojos ardiendo.

Frente al castaño, había tres lápidas de piedra.

"Familia Park "

Fuera del cementerio, a un costado de la entrada, un grupo de policías se encontraban discutiendo con un caballero de aspecto refinado.

—¿Tengo que hacerme cargo del crío?- Preguntó furioso el hombre alto, de más o menos 40 años, su cabello negro como el carbón. - Hace bastante ya que cumplió la mayoría de edad.

—Lo sentimos mucho Sr.Park, pero usted es el único familiar nombrado en los documentos que dejó la familia de su hermano. Al menos hasta que se gradúe de la Universidad, debe tenerlo bajo su custodia.— Le dijo una agente, que miraba con lástima en dirección al joven que aún lloraba mirando las lápidas.

—Entiendo. No me queda de otra.- Se encogió de hombros.- Bastardo- Murmuró por lo bajo sin percatarse de la mirada de asco que le dedicó su interlocutora, que para su desgracia, logró oírlo.

Park ChanYeol no se sentía solo. Estaba solo.

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Hace un par de meses ya que había cumplido por fin sus 22 años de edad. Estaba tan feliz. Había logrado conseguir una beca de alimentación en la Universidad tras participar de una pasarela de modas: su querida hermana YooRa y sus amigas estudiaban diseño, y él contaba con un metro ochenta y cinco centímetros de cuerpo para modelar sus creaciones. Con lo que se ahorró en comida, juntó lo suficiente para pedirle a su padre que le ayudase a pagar a medias un auto de segunda mano y así por fin optar a sacar una licencia. Quería ayudar a transportar a su hermana al campus y encontrar un trabajo de medio tiempo para colaborar con los gastos de la casa. Las fiestas fueron alegres, tanto Navidad como Año Nuevo, incluso le prometieron a la menor de la familia regalarle un perro más adelante (Y se llamaría Toben, porque sí, el par de hermanos llevaba años planeando y esperando el momento de tener una mascota nombrada tras un genio musical, después de todo la música era su pasión compartida.)

Como era costumbre, su padre SungJin, su madre YoungMi, su hermana YooRa y él salieron de paseo ese fin de semana, el último antes de entrar a un nuevo año escolar. Fue lejos la mejor salida del año: pasar el cumpleaños de su progenitora con su adorada familia en una cabaña en las montañas era todo lo que había podido desear y más. Venían conversando plenamente en el viaje de vuelta sobre la torta que les estaba esperando en casa, como para cerrar la travesía como corresponde. Todo estaba saliendo bien.

Pero nada podía ser tan perfecto.

En un abrir y cerrar de ojos, un camión perdió el control del vehículo, estrellándose violentamente contra el pequeño Hyundai que manejaba su padre. Se habían volcado, ChanYeol salió disparado por la puerta quedando estrellado contra el pavimento a metros del accidente. Estaba desorientado, el tiempo pasaba de forma extraña. No escuchaba ruido alguno, sólo un desagradable pitido. Trató de moverse pero le dolía su pierna izquierda. Cuando levantó la vista, todo era negro...y rojo.