Baby, Don't Cry {ChanBaek}

Capítulo 7

Capítulo 7. Coincidencias.

En la cocina BaekHyun y su madre hacían lo que anunciaron. Acostumbraban lavar siempre la vajilla juntos, era aquel momento del día para conversar de la vida, comentar algo que les llamó la atención en el periódico o en televisión. Aunque no eran muchas las oportunidades que tenían para hablar así, su relación era muy buena. Byun BaekHyun amaba a su madre. Desde siempre habían vivido solos, ella y él, nadie más que los ayudase. A pesar de no tener padre, y de que su madre jamás le dijo quién era su progenitor, la respetaba y la cuidaba, era lo único que tenía. Nunca la veía mucho, siempre estaba trabajando para poder mantenerlo, era una buena mujer.

—Y dime... ¿Qué hicieron ayer con ChanYeollie, eh? ¿Hicieron algo divertido?- Preguntó la morena, entregándole un vaso para que su hijo lo secase.

—Oh, nada.-

Mintió, no le iba a decir a su madre: "Nada, salvo que le dije cosas horribles a ChanYeol y el intentó huir de casa, no sin antes reventarse la mano izquierda contra el espejo del baño del segundo piso. Pero tranquila, JongDae lo encontró, lo vendó y hoy arreglamos el desastre"

— Tengo que hacerte una pregunta Baek, y no quiero que lo tomes a mal pero ¿Por qué eres tan lejano con él? Digo, con tus amigos eres muy tierno, cariñoso, cálido, bromista... Pero con Yeol, he notado que eres más distante, más frío. Desde que llegó a la casa noté que no te gustó mucho la idea de vivir con él, y entiendo que fue sorpresivo, siempre habíamos sido tú y yo pero...No lo sé.

— Mamá, yo...

— No quiero que malinterpretes nada, no te pido que sean los mejores hermanos del mundo, sólo... Tengo la impresión de que te alejas de él por las razones equivocadas.

Bingo.

— ¿Qué? - Se hizo el desentendido, pero su madre lo sabía, era demasiado obvio. Lo sabía y estaba siendo considerada.

— BaekHyunee, hijo mío, ChanYeol no tiene la culpa de lo que pasó entre su madre y yo. ¿De acuerdo? Todo eso pasó hace ya más de 10 años, y yo a ella la quiero mucho todavía. Por favor, no mezcles las cosas.

El rubio dejó todo en el mesón de la cocina, sin querer seguir escuchando las sinceras palabras de su madre. Se secó bien las manos, y caminó hasta la puerta. Le dolía escuchar aquello. Le dolía lo buena que podía llegar a ser aquella mujer a la que tanto quería. Y le dolía saber que tenía la maldita razón.

Se había pasado el día entero con el Park ChanYeol que se había negado a conocer de verdad, con un chico bueno, divertido, guapo y atento. Con el chico que había decidido odiar por creer que eso era lealtad. Joder, quería empezar de nuevo, lo estaba haciendo, pero todo este tema le recordaba una y otra vez que era un desgraciado.

— ¿Hijo?

— Lo siento, má. – Se dio media vuelta para luego fingir la más bella de sus sonrisas- ¿Puedes terminar eso tu sola? Tengo que trabajar a las siete, estoy castigado.

— ¿Qu—qué?

El joven no le respondió, porque salió corriendo sin dejar a la mujer si quiera terminar su pregunta.

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El señor Park suspiró al sentir la puerta de su despacho abrirse y cerrarse, sin un llamado previo. Pero sabía que la única persona que hacía aquello era su querida esposa.

— Mi amor, ¿Por qué no me dijiste que Baek estaba castigado?-La voz de la señora Byun hizo eco por todo el lugar.

— No creo que haya cumplido con su compromiso.- Le mencionó levantando la vista de todos esos documentos que debía leer y firmar.