Capítulo 4

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Capítulo 4. Remordimiento

Byun BaekHyun la había cagado.

Y no es que jamás en su vida hubiera dicho o hecho algo absurdo, tonto o insensible. A veces podía ser un hijo de puta. Pero ahora había sobrepasado sus propios límites, tanto así que se desconocía. Estaba aún tumbado sobre la cama de su compañero de habitación, en el mismo sitio en que había caído cuando lo empujó, con lágrimas en sus ojos, para luego salir corriendo.

Repasó los hechos en su cabeza tratando de entenderse así mismo, pero no importaba cuantas veces hiciera la lista, había dicho cosas injustificables. ¿En qué momento se había convertido en este ser tan despreciable? Park ChanYeol llegó a joder su dinámica familiar, sí. La verdad era molesto tener que compartir literalmente todos los espacios que siempre fueron única y exclusivamente suyos, también era incómodo que su madre y su marido esperaran que de un día a otro lo considerara parte de la familia, más aún un hermano. También le molestaba un mundo el hecho de que le hayan encargado ayudarle en los estudios y lo hubiesen culpado por su desempeño de mierda.

Pero, por Dios, el pobre gigante era un huérfano. El hijo huérfano del matrimonio que le había jodido la vida su santa madre. El recordatorio viviente de lo que significa la traición. Estaba realmente frustrado, le molestaba de sobremanera saber que lo odiaba y la vez sentirse mal por hacerlo.

Había sido un completo cretino. Había formas y formas de decir las cosas, y escogió las peores para desquitarse. Sabía que era más que obvio que tuviera problemas en la Universidad, llevaba un mes viviendo en la casa de gente que en su vida había visto, extrañando a personas que jamás volvería a ver. Ya se sentía mal por ignorarlo y ser frío con el, esto de insultarlo y decirle que superara su duelo era un nivel totalmente diferente de inmadurez y de maldad. Se asqueó de si mismo. Había hecho llorar a un pobre y guapo chico por estar cabreado por un castigo.

Pudo haber seguido auto recriminándose de no haber sentido su celular vibrar. Se levantó y caminó hasta su propia cama para recogerlo.

—Mierda, voy tarde al trabajo.-

Tomó las llaves de su casa, el teléfono y bajó corriendo hasta la oficina, dejó su celular, y partió rumbo a su empleo.

Si, BaekHyun tenía un trabajo de medio tiempo nada más y nada menos que el famoso restaurante del Sr.Park. Y no trabajaba porque le gustase- a pesar de que la cocina era algo que le encantaba, ese lugar era un castigo del cielo.- Trabajaba porque el vejete ese que se hacía llamar su padre ahora, lo había obligado. A pesar de que tenía los medios, y de que el rubio sacaba buenos promedios, el hombre le decía que no pagaría su colegiatura, que tenía que ganársela. Vil excusa, sólo quería un empleado al que no tuviese que pagarle y que pudiera controlar fácilmente.

—Llegaste tarde hoy, Baek- Le dijo la voz de su compañero apenas entró a la cocina.

—Si – Suspiró.- Mal día, JongDae.- Le respondió sonando muy agotado, dejando sus cosas a un lado para luego ponerse el delantal.

Kim JongDae era algo así como uno de sus mejores amigos. No estudiaban la misma carrera, y a pesar de asistir a la misma Universidad no se veían mucho en el campus. Le confiaba muchas cosas. Literalmente, el pelinegro era más o menos lo único que lo motivaba a ir a trabajar todos los días.

—¿Qué pasó? La última vez que te vi estabas de maravilla.- A pesar de su soltura, realmente estaba preocupado por su amigo y compañero de trabajo.

Arg. Estoy castigado.- Bufó- Sin teléfono, sin salidas, y ah, tengo dos horas extra de trabajo, pero ese castigo lo tengo de la semana pasada.

Baby, Don't Cry {ChanBaek}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora