Diecinueve

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Louis conducía nervioso a la casa de Harry, se sentía feliz aunque sabía que más bien la cena había sido gracias a Darcy.

La verdad era que había notado que el ojiverde ya no pensaba decirle nada, este lo sabía pues estaba dolido por su interrogatorio acerca de su alfa muerto.

Aparcó en la entrada de la casa, ésta ya lucía muy diferente, al parecer los trabajadores estaban haciendo muy buen trabajo.

El alfa respiró hondo y tocó con los nudillos en la restaurada puerta de madera.

—¡Es Louis papi!.... ¡Él ya está aquí!—Escuchó gritar a Darcy, la cual abrió la puerta muy sonriente.

—Hola preciosa—dijo sonriente el alfa.

Harry apareció detrás de la niña aún con el delantal.

—Pasa Louis, no te quedes en la puerta.

—Si claro, emm gracias...huele delicioso.

—Hemos hecho el postre favorito de mi papá—dijo Darcy cerrando la puerta, muy orgullosa y contenta.

El alfa ojiazul sonrió y la cogió en los brazos para darle un cariñoso beso en la mejilla, mientras se adentraba en la cocina, a lo que la niña sonrió feliz pues la verdad era que el alfa la conocía de muy poco pero sentía algo muy especial por la pequeña.

No sabía si tal vez era a causa de su deseo frustrado de ser padre tras la desilusión con Freddie o que la pequeña era tan dulce y especial como recordaba que era Harry, cuando estuvieron juntos.

—Ven Louis, siéntate aquí—dijo la niña corriendo hacia una de las sillas, al bajar de su regazo.

El ojiverde sirvió la cena y se sentó también.

—Gracias de nuevo por invitarme Harry, esto tiene una pinta estupenda.

—Gracias Louis—dijo el omega ya más relajado.

Los tres disfrutaron de la deliciosa lasaña que habían cocinado el omega y su pequeña, mientras hablaban de los animales, las obras de la casa y el colegio al que iría Darcy.

Finalmente al terminar, la niña ayudó a su padre a recoger los platos ante la atenta mirada del alfa, que se sentía increíblemente cómodo y aunque sabía que no era verdad, le encantaba la idea de formar parte por unas horas de aquella pequeña familia.

El omega puso los platos de postre y los cubiertos y la niña quiso llevar la tarta hasta la mesa, la cual casi se le cae pero un rápido reflejo del alfa, impidió el desastre de que acabase en el suelo.

—Lo siento—dijo apenada la niña pensando que recibiría un regaño.

Harry iba a decir algo pero Louis olió su incomodidad y rápidamente lo impidió.

—Tranquila cariño, no ha pasado nada, ¿lo ves?—dijo señalandola—... La tarta está entera y perfecta....Me muero por probar un trozo de esta maravilla.

La niña entonces sonrió aliviada y Harry cortó un trozo para cada uno.

—Wow, está deliciosa—dijo el alfa entusiasmado mientras saboreaba la primera cucharada que se había llevado a la boca.

—¿Quieres un café o un té, Louis?—preguntó el omega al terminar de repartir el postre.

—Oh no...no quisiera abusar.

—No es molestia, lo preparo enseguida.—habló de nuevo el ojiverde.

—Un té estaría bien, gracias.

Al terminar la tarta, la pequeña Darcy empezó a bostezar frotandose los ojos.

—Cielo, despídete de Louis y ve a ponerte el pijama... Ya es hora de irse a la cama, yo iré enseguida a arroparte, ¿de acuerdo?.—dijo el omega levantándose para hacer el té.

—Si papi—dijo obediente la niña—...Ha-Hasta mañana Louis.

—Hasta mañana, que descanses preciosa.—respondió sonriendo el alfa.

El omega besó la mejilla de su pequeña y luego siguió cogiendo las tacitas y cortando el limón para el té.

—Tienes una hija increíble Harry, debe ser maravilloso tener un trocito de uno creciendo y descubriendo la vida—habló de repente el alfa.

—Si, la verdad lo es... Darcy es un amor de niña, aunque nos cuesta adaptarnos a nuestra nueva situación—dijo el omega entristecido.

—¿Sabes?, yo tuve esa sensación durante unos meses pero solo era un espejismo—el alfa se entristeció.

Harry entonces se giró y lo miró extrañado mientras servía el té.

—No te entiendo.—dijo finalmente, sentándose de nuevo.

—Oh bueno... hubo una omega que me engañó... Afirmó estar embarazada de un hijo mío y yo la creí...Le concedí todo los caprichos hasta que por casualidad me enteré que Freddie era de su ex alfa... Él la había abandonado y vio en mi una tarjeta de crédito para cubrir sus gastos.

—Oh vaya, menuda sinvergüenza—dijo el rizado boquiabierto—... bueno pero no te apenes....Quien sabe, algún día conocerás a una buena omega y podrás tener a vuestros pequeños corriendo por la granja.

Louis lo miró incrédulo.

—No gracias, basta de omegas...Ya tuve suficiente con las dos vampiresas de mis ex esposas y Briana.

A Harry no le gustó nada escuchar eso, de echo sintió un pinchazo en el corazón, aunque no sabía el porqué pues él creía tener más que superado lo suyo con Louis.

A Harry no le gustó nada escuchar eso, de echo sintió un pinchazo en el corazón, aunque no sabía el porqué pues él creía tener más que superado lo suyo con Louis

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53. Esperando a mi omega-Segunda Parte -L.S.-Omegaverse TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora