No me di cuenta en qué momento me dormí, hablamos de muchas cosas, y no supe cuando, pero el veneno de demonio y el cansancio me vencieron. Si no fuera por el fuerte ruido que escuché, estoy seguro hubiese dormido más.
-¡Aisha! ¿Estás ahí?.- Dije en voz alta.
Shhh... No hables tan fuerte.-Dijo en voz baja y cautelosa.
-Está bien... Pero ¿Qué sucede?.- Susurré.
-Los guardias, luego te lo explico, no pueden saber que estamos aquí...
Entonces se oyó un ruido, que hizo que me sobresaltara, fue como si algo estuviese en la entrada de la pequeña cueva en la que nos estábamos ocultando, me levanté cuidadosamente, y admiré como un poco de sueño y los cuidados de Aisha pudieron hacer milagros con mi cuerpo. Me coloqué en una esquina de la cueva, y escuché en completa oscuridad como algo entraba, y revisaba cada rincón. Pude sentir como una presencia sumamente maligna se me acercaba, pude sentir como su respiración daba en mi cara, y como se me acercaba.
Me puse con músculos en tensión, listo para el ataque, justo cuando estaba listo para dar el primer golpe, sentí una suave mano sobre la mía que hizo una ligera presión, que me indicaba que no atacara. Justo después lo que sea que estuviese cerca de mi, se dió la vuelta y escuché como se marchaba.
Una vez supimos que estábamos solos, y que lo que parecía era lo más cercano al día en ese lugar, había llegado.
- ¿Aisha?
-¿Sí?
-¿Cómo supiste que se iría?
-Una corazonada, eso y que eran guardianes de clase baja, lo que quiere decir que son ciegos y con olfato promedio, por otro lado su audición es envidiable.- Dijo con tota normalidad.
-Pero... Con lo cerca que estuvo de mi, ¿No pudo haberme olfateado?.-Pregunté intrigado.
-No te ofendas, pero con todo lo que estuviste dormido en esta cueva, tu olor no es muy diferente.- Dijo ella.
-¡Wow! ¡Gracias! Nunca antes nadie me había dicho algo tan hermoso.- Dije teatralmente.
-Jajaja, envidio esa habilidad de tomar las cosas con humor, incluso en un lugar como este.-Dijo con un poco de humor.
-Lo sé, soy increíble jaja... Y bueno, ¿Cuál es el plan para salir de este lugar?.- Dije volviendo a lo serio con la última pregunta.
-Bueno, yo aún no puedo, debo hacer algo primero...- Dijo como tratando de quitarle importancia.
-Ah...¿sí? Debe ser por las excelentes ofertas que hay en este lugar, ¿Qué es eso tan importante?.- Dije un poco irónico.
-...Debo encontrar a alguien...-Dijo en tono un poco triste, pero al mismo tiempo ansioso.
- Bien, te acompaño, ¿Dónde empezamos?. - Dije sinceramente, y debo admitir un poco emocionado por la acción.
- ¿Lo dices en serio?.- Dijo un poco incrédula.
- A ver preciosa, ¿Alguna vez he mentido o tomado cosas serias en broma?.- Justo antes de que contestara agregué.- No respondas, el punto no es ese, el punto es que te acompañaré y no puedes hacer nada para cambiar mi curso de acción, ¿Ok?
- No tienes que hacerlo, no quiero ponerte en peligro.- Dijo sonrojada.
Entonces me acerqué a ella, cuando mi cara esta justo en frente a ella, faltando tan solo milímetros para que se tocaran nuestros labios, nuestras miradas se encontraron, y le dije:
- No soy del tipo de chico que debe ser protegido, soy lo suficientemente fuerte, así que no te preocupes, son los demonios los que deberían estar asustados.- Dije confiado, seguro, y al mismo tiempo con tono suave.
- Está... bien...- Dijo ella un poco nerviosa.
Entonces fuí consciente de lo cerca que estábamos, nuestros labios prácticamente se tocaban, mi respiración chocaba con la suya, y ahora ambos eramos conscientes.
- Entonces no se diga más, ¿Lista para irnos?. -Dije mientras separaba mi rostro de su espacio personal, pero sin apartar mi mirada de la suya.
- Está bien, pero debemos pasar desapercibidos, ¿Ok?.- Dijo con confianza nuevamente.
-Desapercibido es mi segundo nombre.- Dije con tono irónico.
- Bueno Isaac Desapercibido Brooks, sígueme. -Dijo mientras salía sigilosa se la cueva.
Yo solo le sonreí y seguí.
Tras salir de la cueva y ver el hermoso cielo oscuro y sombrío, el rico olor a azufre y cosas que no identifiqué, caminamos hacia una dirección que no teníamos ni idea de dónde nos llevaría, bueno al menos yo no tenía idea.
-¿Isaac?
-¿Sí?
-¿Sabes hacia donde vamos?
-No, ¿Dónde?.- Le pregunté sin tener la mínima idea.
-Vamos hacia el fondo del abismo...- Dejó ir en el aire sus palabras.
- ¿Abismo?, ¿A qué te refieres con eso?.- Dije sin entenderle.
- Así que no lo descifras aún, ¿Verdad? Bueno, es claro.- Lo último lo dijo hablando más consigo misma que conmigo.
- Tal vez si lo especificas pueda comprender a qué te refieres...- Le dije interrumpiéndome al sentir una fuerte energía, era como si juntaran todo el dolor y la tristeza en un solo lugar, era algo horrible de sentir.- ¿Qué es eso?
-El fondo del abismo.- Dijo con un ligero tono de emoción.
-Aisha, preciosa, no me gusta sentirme ignorante y menos como si no me dijeran algo, así que a menos de que hables, no avanzaré más.- Dije un poco molesto.- No tengo ganas de entrar a ningún abismo, y menos ir al fondo de dicho lugar.
- Isaac, ya estamos en el abismo, y justo acabamos de entrar en el territorio del fondo de él.- Dijo como si fuera lo más obvio y normal de decir.- Estamos en el abismo Isaac, ¿Es que no te habías dado cuenta?
-Aisha no sé como terminé aquí, ahora que lo pienso no lo recuerdo, lo último que recuerdo es que...
¡Boom!
Todo ocurrió super rápido, fuí interrumpido por el sonido de una explosión, y al ver como Aisha fue corriendo hacia ella. Sabía que me arrepentiría luego, pero corrí tras ella, traté de alcanzarla, justo cuando lo hice, me encontré con una legión de demonios, y un majestuoso e intimidante castillo.
- ¡Aisha! ¡Espera!
Justo en ese momento me di cuenta, había caído en una trampa. Estamos rodeados, donde sea que observara había demonios de todos tipos.
-Aisha... Colocate detrás de mi.-Dije en tono serio, creo que sería difícil, este no es mi estilo, pero tendré que luchar hasta que encuentre una manera de que huyamos.
- No Isaac, lo siento... Tenía que hacer esto...- Dijo con tono de tristeza.
-¿A qué te refieres?, ¿A ponernos en riesgo?.- Dije cansado, y con todo el entendimiento en mi mente.- ¿O acaso a traicionarme?
- ¿De qué hablas? Yo no te he traicionado, no te pedí que vinieras aquí conmigo.- Dijo ella con inocencia, que tal vez a otro hubiese engañado, pero no a mí.
- No insultes mi inteligencia... Sabías que no te dejaría a ti, andar sola en este lugar.- Dije tratando de ocultar el enojo y el sentimiento de traición.
- Isaac... Yo...
- Lamento interrumpir, su hermosa conversación tortolitos, pero Aisha, gracias por traernos ese bello regalo.- Dijo una voz femenina muy fuerte y con un tono de picardía.
- Muchas gracias por el cumplido... Preciosa, pero yo no soy el regalo de nadie... Lamento no poder ser parte de tu fiesta.- Dije hacia la sexy chica(que podía apostar que no era humana y no solo por su gran belleza, sino también por su aura increíblemente poderosa).
- Que odioso, yo solo quería divertirme un poco.- Dijo con un puchero.
Al siguiente instante sonrió de una manera pícara, y cuando me di cuenta estaba frente a mi, me besó y mordió mi labio. Cuando se apartó sonrió y vi como lamía la sangre que le quedó en el embarrada en el labio.
No podía creer el descaro de esa chica, o lo que sea, pero más que incredulidad estaba sorprendido, por su velocidad y el como mis labios respondieron a su beso.
- Delicioso... ¡Me emociona mucho el nuevo juguete!.- Eso lo dijo de una manera seductora, pero me daba la impresión de que se refería a más que un beso o beber de mi sangre.
- Lucy, querida, ¿Qué te he dicho sobre los malos modales?.-No me creí ni por un momento su amabilidad, no confiaba en nadie ahí.- Bienvenido... Isaac, ¿Verdad?- Soltó un joven, alto y fornido de ojos negros como la noche.
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"Poder sin límite, los alcances de la magia"
Teen FictionIsaac Brooks es un joven hechicero que pertenece a la OMH(Organización Mundial de Hechiceros), en la cual es un importante elemento. Isaac es el líder de la tropa élite de la OMH, con tan solo 19 años. Su talento y formidable poder fué descubierto...