Capitulo 12: "Pasado congelado"

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Los días siguientes fueron muy atareados, casi no tuve tiempo libre y me sentía exhausto. Sin embargo podía sentirse una paz gélida, como antinatural, que solo me hacía pesar que algo malo tendría que pasar pronto, eso sí era lo normal.

El día de mi cumpleaños parecía que todo sería más de lo mismo, pero una visita inesperada llegó a mí, alguien a quien estuve evitando incluso con más esfuerzo que a los demás, y lo hizo de una manera inesperada, mientras dormía.

Abrí mis ojos y lo primero que hice fue observar un rostro sobre el mío, al paso de un segundo mi mirada se aclaró y vi dos hermosos ojos verdes a centímetros de los míos, dos carnosos labios que se curvaron en una sonrisa y luego dijeron hola, al mismo tiempo que su dueña se quitaba de encima.

- No tienes que hacer esa cara, sé que soy quien menos esperabas ver, pero no podía dejar que este día fuera solitario para ti.- Tan pronto como me recuperé de la sorpresa, retomé mi expresión fría hacia ella.- Bueno, solo vine a desearte un feliz cumpleaños y pues... Al igual que los demás, estaba preocupada por tu actitud hacia todos, sé que lo que sucede es difícil para ti pero...

- No. No sabes nada de lo que me pasa... Y no creo para nada en tu preocupación. De igual manera, gracias.- Sé lo que decía el libro y todo eso, pero solo porque el señor "cono de helado" mentiroso le haya pedido guardar silencio, no se va a borrar el hecho de que me utilizó y quiso prácticamente venderme a unos demonios. No me importa si se arrepiente o no, así como no me importa lo que yo... sienta después.- ¿Algo más que quieras decir?

- Sé que soy la persona menos indicada para decirlo, y sé que posiblemente me odias y todo eso, pero... ¡No tienes porqué ser un idiota con los demás!- Relajando su rostro nuevamente agregó.- Solo eso, por cierto... Interesantes libros tienes ahí, deberías terminarlos, tal vez eso te ayude a despejarte y eliminar un poco de tu mala actitud hacia... Los demás.- No sé si fue mi imaginación, pero me pareció ver un poco de ¿Tristeza? En sus ojos. No, de igual manera no le daría el gusto de saber que me importaba si estaba triste o no, ¡Porque no lo hacía!, ¡De ninguna manera!

- ¿Y qué tal si ya los hubiera leído y no cambiaron nada? No sé, solo digo. Gracias por venir.- Dije mientras levantaba una ceja y la veía salir con una expresión dura en su rostro.

Luego de que se fuera Aisha no pude dejar de pensar en que tal vez si me había excedido con ella, y no podía dejar de lado que el señor Richards, me engañó, no solo una vez sino dos. No solo se hizo pasar por mi padre, luego pensé que era mi abuelo y para terminar de hacerla, resultó ser un impostor, ¿Qué hizo con mi verdadero abuelo?

Debía admitir que lo que más me intrigaba era saber desde cuándo estuvo infiltrado, si fue desde el principio, ¿Por qué no acabar conmigo? ¿Acaso estará tan enfermo como para cuidar de mí solo para que cuando me matase pudiera sentir mayor placer... O tal vez planea ¿Usarme para algo? No lo sé, lo único de todo esto que tiene sentido es el porqué luce tan joven, incluso si se supone era mi abuelo, o sea, cuando pensé que era así, supuse que usaba algún tipo de hechizo que lo hacía lucir más joven. Además aún no entiendo por qué pienso en algo tan irrelevante, ¿Como no me di cuenta antes?

- ¿De qué no te diste cuenta antes?

-¡Ahhh! ¡¿Cómo diablos llegaste sin que te escuchará?!

- Estabas muy ocupado pensando en voz alta, además porque soy increíble.- Dijo Scarlett justo detrás de dónde estaba sentado en la cama de mí habitación.

- ¡Mierda! ¡Casi me matas!- Dije riendo.- Jajaja cielos, pero bueno, ¿En serio estaba pensando en voz alta?

-Me lo debías, siempre estás dándome sustos, era mi turno. Además, ¿Qué es todo eso que decías?

"Poder sin límite, los alcances de la magia"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora