El Verdadero Amor. ( Candy Candy)

CAPITULO 9: INICIO DE LA TEMPESTAD

Narrador normal

— soy Candice White Andreu pero puede llamarme Candy y soy su nueva enfermera— dijo con una sonrisa— un gusto conocerlo doctor.

— hola Candy yo soy Javier García especialista en pediatría y es un gusto conocer a una señorita como usted— dejo con una sonrisa amable— bien poniéndonos serios Candy empezaremos con unas consultas— dijo revisando una agenda— llama Teodora Gómez ve con la secretaria de piso y dile que pase.

— entendido— dijo mientras salía del consultorio

Candy caminó directo al escritorio que se encontraba en el pasillo dónde se encontraba una joven de piel morena y pelicastaña revisando unos expedientes médicos.

— el doctor García dijo que puede iniciar con la primera consulta— dijo de manera amable.

— bien— dijo para luego tomar un micrófono y miraba su agenda— Teodora Gómez favor de pasar a consulta— bajo el micrófono y asintió— debes ser la nueva un gusto tenerte en esta institución te deseo lo mejor— dijo de manera seria pero sincera para después dar una sonrisa disimulada— que tenga buen día.

— igualmente— dijo Candy con una gran sonrisa.

— somos nosotras— dijo una señora de unos 30 años con una niña pequeña.

— pase por aqui señora— dijo Candy amablemente mientras caminaba en dirección al consultorio.

— vamos Teodora

— si mama— dijo la pequeña.

Las horas pasaron y a Candy le gustaba mucho la forma de trabajar del doctor la alegría y el entusiasmo que tenía. Para Candy él era increíble y los pacientes creían lo mismo a la hora del descanso. Candy se dirigió a la cafetería del hospital compro un pan dulce y un café casi era hora de que se acabará su turno; estaba terminando de comer su pan cuando el Dr. García se acercó a Candy.

— oye Candy sólo eso comerás.

— oh no, yo comeré con alguien después— dijo mientras  terminaba su pan y tomaba un poco de café.

— ya veo bueno talvez algún día te invité a comer si  tú quieres claro.

— sería un placer, tendría que preguntarle a Albert sí me da permiso para ir con usted.

— ¿Quien es Albert como para que le pidas permiso?

— es algo así como mi padre.

— oh entiendo cuando te permita, me encantaría salir con una bella señorita cómo usted— dijo tomando la mano de Candy y besándola haciendo un pequeño sonrojo— sin malas intenciones solo quiero conocer a la persona con quién trabajo.

— claro yo le aviso.

Se despidió del doctor mientras se dirigía a la salida del hospital encontrándose con Albert con una gran sonrisa.

— hola Candy ¿como te fue en tu primer día de trabajo? cuéntame todo— dijo alegre mientras caminaba hacia el auto donde esperaba George.

— fue un día maravilloso el doctor es una gran persona si lo conocieras te encantaria— dijo alegre mientras seguía a Albert y este le ayudaba a subir al auto.

— ¿Enserio?— dijo mientras subía al auto— y cuéntame ¿cómo es el?— parecía irritado— debe ser muy bueno para que hables de él así.

— se llama Javier García, el es increíble y además es muy amable, caballeroso, y además muy cortés y alargador.

— no es la gran cosa, como sea ¿quieres comer? algo hay un lugar muy bueno por aquí.

—claro— el auto comenzó a moverse hasta llegar a un restaurante.

El restaurante era un bonito lugar George, Albert y Candy bajaron de el auto y entraron en el restaurante ordenaron su comida, poco después trajeron sus pedidos y comenzaron a comer.

— las cosas van desacuerdo a el plan. Y tendrás por fin lo que te mereces— dijo muy feliz Albert

— sigo pensando que no es necesario hacerlo— Candy replicó

— claro que lo es ¿No es así George?—  pregunto Albert  a George el cual asintió levemente— vez también lo cree además hago lo que sea por ti.

— gracias Albert— suspiro rendida Candy.

— no tienes que agradecer lo único que quiero es que sonrías siempre.

Terminaron de comer y pagaron la comida y regresaron a el apartamento y se sentaron en la sala.

— oye Albert... am ¿puedo pedirte un favor y podrías decir que si?.

— claro Candy, pero ¿que es eso que quieres pedirme?.

— bueno verás yo... este el Dr. García me invitó a comer y...

— no— interrumpió bruscamente Albert.

— ¿no? ¿A qué se refiere con no?— dijo Candy confundida con la negativa de Albert.

— que no irás— reafirmó Albert con indiferencia.

— pero ¿porque?— se atrevió a preguntar.

— no y punto.

— pero dijiste que si además él fue muy amable y...

— Candy te dije que no y punto— dijo molesto interrumpiendo a Candy

— pero quiero una explicación— exigió Candy.

— no me da buena espina así que no— dijo Albert tratando de calmarse.

— que tal sí lo conoces mejor y...— trato de convencerlo

— ¡No, no, entiendes Candy no irás con el! Y si ya acabaste de hablar me voy— golpeó la mesa de centro con furia y se retiro muy molesto azotando la puerta.

— George sabes ¿que le pasa a Albert?— este nego— creo que no debo insistir. Supongo que me voy a mí habitación adiós George.

— adiós señorita Candy— miró a Candy irse— es algo de lo que no debe enterarse— susurro— por el bien de los dos.