CAPITULO 18: EL AIRE SOPLA FUERTE

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Narra Candy

— ¿Quien es el, Candy?— pregunto Jon sacándome del shock.

— es solo un amigo— ví como bajaba la mirada.

— ¿que haces aquí, Candy? Creí que estabas en Chicago.

— trabajo aqui, estoy de servicio. Y vivo temporalmente con Albert aquí.

Terry miraba a Jon de arriba a abajo, y luego a mi, escuché pasos detrás de mi.

— Terry— Terry solo miró con fastidio, me di vuelta y era.

Narra Albert

Me desperté debido a George golpeaba la puerta, al salir me encontré con la cara de George preocupada, inmediatamente me alarmé.

— ¿que susedio?

— la tía abuela acaba de informar su salida, sin embargo no dijo cuando.

— ¿es enserio?

— ¿crees que te lo diría si no fuera enserio?

— en ese caso debemos saber cuándo llegará, debemos estar preparados para su llegada.

— una cosa más no debemos permitir que la tía abuela se enteré, porque en estos momentos se está haciendo el trámite más importante y más fácil de anular.

— ¿algo más puede salir mal?

— en realidad si, hace poco hablé con el licenciado y debemos ir dijo que quería decirte algo, importante que debes saber inmediatamente de lo contrario no podrás proteger el proceso de manera segura los documentos.

— ¡maldición!— tire mi cabello con frustración.

— Albert te noto diferente— dijo George preocupado.

— no es nada.

Nos quedamos en un profundo silencio, comenze a preparar el desayuno, tiempo después despertó Candy, desayunamos en silencio, Candy se veía incómoda pero no tenía nada que decir, al terminar, limpiamos un poco, hasta que casi se hacía hora de mi cita con el licenciado, pero tenemos que llevar a Candy al hospital, subimos al auto y nos dirigimos al hospital, al acercarse todo era un caos pero no tenía tiempo de averiguar tenía una cita pendiente después le pregunto a Candy. Al llegar con el licenciado nos explico muchas cosas desde lo que puede pasar si no se toman medidas, sus recomendaciones solo me pusieron más nervioso. Después de eso salimos del despacho y subimos a el coche.

Desanimado

¿Como no estarlo?

Nada va como lo  planeado

¿Qué pasa si la tía abuela nos descubre?

Caerá todo mi esfuerzo y no podré volver a empezar

¿Lograré mi objetivo aunque sea casi imposible cuando lo más probable sea que fracasé?

Solo estoy pensando demaciado

¿cómo demonios podré sobre llevar esto?

Cada vez es más difícil controlarme, un día voy a explotar y mandaré todo al demonio

¿Porque es tan difícil alcanzar mi felicidad?

Siempre algo me la impiden

¿A caso estoy siendo egoísta en pensar eso?

Con esos pensamientos mi cabeza era un caos. Solo quisiera dejar de pensar eso por un momento.
Llegamos al departamento me sentía exhausto y entre a mi cuarto y cerré con seguro, me recosté sobre la cama, suspiré profundamente y un pensamiento fugas cruzó por mi mente que causó que mis ojos se cristalizaron y una lágrima saliera de mis ojos, suspiré y la quite rápidamente pero fue inevitable una tras otra intentaba quitarlas pero más salían, hasta que no pude más y comenze a sollozar, maldición porque es tan difícil, llano pude contener el llanto y lo deje salir. Tan alto fue mi llanto que George intento entrar pero no podía.

— Albert te encuentras bien.

—nada está bien— mi voz estaba temblorosa

— ábreme— dijo golpeaba fuerte la puerta— maldición abre la puerta— lo ignore— Albert abre la maldita puerta ahora.

— no haré una locura— limpie mis lágrimas— solo nesecito estar solo.

— no Albert, no, piensas demaciado— escuché como se deslizó por la puerta— comprendo por lo que está pasando y se como te sientes pero..

— no, no— tome mi cabeza fuertemente, me levanté y caminé a la puerta— no lo sabes.

— si lo sé.

— ¡¡No!! ¡¡no lo sabes!! ¡¡no estás dentro de mi cabeza!!— golpeé la puerta con fuerza.

— Albert cálmate, enserio se como te sientes no hay que alterarse.

— ¡¡¿Qué no me altere?!!— comenze a reír— ¡¡¿Quieres que no me alteré cuando todo se está llendo al demonio?!! ¡¡¿cómo se supone que no lo haga?!!

— se como te sientes todos hemos sufrido estrés.

— ¡¡No!! ¡No puedes! ¿cómo puedes hacerlo si ni yo mismo lo sé?— caminé de nuevo y me senté en el piso recargado en la cama.

— tranquilízate, respira profundo— intenté hacerlo pero no funciona— despacio.

Me tranquilize poco a poco hasta hacerlo por completo.

El Verdadero Amor.          ( Candy Candy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora