Capítulo 37

470 9 1
                                    

Ya era de mañana Susana abrió sus ojos lentamente y miró a su alrededor viendo a Terry y Albert dormidos sobre la cama, se levantó con cuidado mirando el reloj que marcaban las 7 AM ya era bastante tarde para ella, el sol ya estaba iluminando aunque el cielo estaba algo nublado, decidio cambiarse de ropa poniéndose un conjunto un poco más abrigado, tomando el papel con un poco de delicadeza desenvolviendo y leer con más claridad el contenido, sus manos temblaron por unos segundos pero estaba decidida, tomo su bolsa y salió de la habitación camino por el pasillo llegando a las escaleras y bajar al piso siguiente, se detuvo a descansar un poco, su prótesis ya comenzaba a doler tomo un poco de aire fue entonces después de unos cuantos segundos cuando noto las tres habitaciones que anterior mente habían habitado aquéllas en las que Albert dijo que dejan esa noche, las 2 puertas estaban rotas por simple curiosidad que fue más fuerte que ella se acercó al marco de una de las dos puertas y miro su interior.

La cama estaba volteada y algunas cosas rotas en el piso, las sábanas estaban encima del espejo estrellado, la puerta del baño estaba rota y podían verse vidrios de objetos desconocidos para ella.

Derepente pum pum pum

Sonidos de disparos que venían de la otra habitación.

Inmediatamente al escuchar eso Susana camino a paso lento a las escaleras escuchando murmullos viniendo de la habitación bajo lentamente sin dejar de mirar aquel pasillo siendo lo último que miró como salían y derribaban la puerta continúa.

Habia logrado llegar a la planta bja sin problemas y logrado salir del hotel, tomo un carruaje dándole las instrucciones de a dónde debía llevarla, los caballos comenzaron a moverse, Susana se relajo en su asiento, le dolía un poco el haber dormido en el sillón, miro la ventana y pudo observar como la policía iba en dirección opuesta problablemente el hotel los había llamado solo podía desearles suerte tanto a Terry como a Albert.

Fue cuestión de minutos realmente no había tomado en cuenta el tiempo que pasaba, el cielo gris y el frío de la mañana fue notado por ella al salir del carruaje y pagando al cochero, tomo aire profundamente, caminado al lugar puesto que en la nota decía que bajará un par de cuadras antes del lugar de la dirección dada.

— debe ser aquí— susurró llegando a un lugar un poco viejo similar a una posada abandonada, nerviosa se atrevió a golpear la puerta un par de veces, espero unos segundos pero nadie abrió, volvió a golpear hasta que un sonido de golpe sordo se escuchó haciéndola retroceder de impresión, la puerta fue abierta dejando ver a un hombre alto de piel morena y cabello obscuro con ropa bastante formal.

— tu no eres Wiliam ¿Quién eres y qué haces aquí?— bloqueó la puerta con su cuerpo ladeando la cabeza mirando fijamente a la chica de arriba a abajo.

— yo soy Susana y vine a...

— Ulises ¿quién es?— un hombre ligeramente más bajo que el moreno con frialdad se hacerco a la puerta, su cabello era marron y su piel un poco mas clara— oh buenas señorita— dijo una vez que vio a Susana apartando al otro hombre— Ulises ella es la chica que William dijo que vendría.

— ¿eh? Entonces ¿no era mañana?— ambos se alejaron de la puerta con una sonrisa dejando entrar a Susana— esto será rápido.

— B-bien— con algo de desconfianza entro al lugar mirando con denetenimiento el lugar caminaron por un momento atravesando por puertas hasta el otro lado de la casa hasta una aparente cochera donde habia una carreta con varios costales de paja.

— tranquila los caballos son bastante mansos así que no causarán inconvenientes— hablo con una sonrisa acariciando el caballo— nosotros abriremos la puerta— estiró su mano con intención de que subiera.

— nunca he manejado algo como esto— tomo la mano del hombre y subió con cuidado— creo que será mejor que usted.....

— si pudiéramos hacerlo nosotros entonces no estarías aquí— soltó con simpleza dejando salir un silbido y varias personas comenzaron a salir y meterse en costales y eran colocados en la carreta para sorpresa de Susana— todo irá bien si algo falla saldré a ayudarte.

Fue cuestión de minutos para que todo estuviera listo, Susana con algo de desconfianza avanzo por las calles tensando la soga entre sus dedos con temor a que los caballos se fueran y la dejaran tirada en medio de la calle con las personas en la carreta, casi entrando en pánico al intentar dar una vuelta y ver a la policía registrando un lugar, como si para ella no fuera lo suficientemente difícil el siquiera dar la vuelta a la esquina, ya que tenía dos temores, el primero era cometer un error que provocará un accidente y el otro lastimar a los caballos ya que cada que tiraba de la soga pensaba que lo hacía demasiado fuerte o muy suave.

Los minutos pasaban y la dirección a adónde decía llevarlos parecía que la calle era eterna sin duda una experiencia que no quería repetir, fue entonces cuando vio el muelle y algo de murmullos lograban escucharse, trato de detener a los caballos pero estos no parecían escuchar, optó por tirar de la cuerda para que se detuviera pero nada, poco a poco llegaban al límite del camino cuando atrás de ella la cubrieron unos brazos tomando la cuerda jalandola con fuerza.

— detente, colorado, Bianca— ambos repararon relinchando— perdone señorita tiene hambre así que suelen alterarse, ¡Bien todos abajo que tenemos que ir a marea!

— muchas gracias— susurro Susana una vez que el hombre tomo ambas cuerdas y bajo para desenganchar los caballos— por ayudarme.

— no hay de que ahora es momento de subir el barco y organizar todo.

— Tiana llegará en un rato— dijo uno de los hombres que salía de unos costales— así que preparemos todo.

— emmm— Susana bajo y tocó el hombro de uno de los chicos que estaban ahí— ¿Porque tuvimos que traerlos así?— pregunto aún extrañada por el asunto.

— bueno son ilegales así que debido a eso que anden por la ciudad así como así es difícil debido a ciertas "cuestiones"

— ya veo— Susana se alejo pues creía que solo estorbaría si intentaba ayudar se limito a observar como metían cosas a un pequeño barco.

Paso casi una hora, la gente iba y venía rápidamente llevando y trayendo cosas, media hora casi desde que llegaron hizo acto de presencia Terry el cuál traía una vestimenta un tanto olgada se limito a seguirlo y darle un par de palabras, entonces fue cuando ya tuvieron todo listo solo Susana y esos hombres a lado de la capitana partieron en aquel barco

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 19, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

El Verdadero Amor.          ( Candy Candy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora