Capítulo 36

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Narrador normal

La lluvia de la tormenta se desataba sin filtro cuál si fuera una forma de motivar la conversación que se quedó estancada por la falta de opciones, provocando así, que el silencio fuese opacado por los truenos estremecedores que daban un toque tenebroso, la tormenta había procado que las luces fueran apagadas siendo iluminados por un par de velas que al mismo tiempo causaba que retrasaran sus planes de salida.

- aún si saliéramos ahora deberíamos ir por un traductor porque según la información que tenemos de ese lugar, no saben nuestro idioma así que- comentaba Susana levantándose y miro a la venta viendo la tormenta atravez del vidrio golpeándolo con su dedo tratando de ver a la lejanía pero casi sin visibilidad debido a las constantes gotas golpeándolo ferozmente- una vez que pare iremos inmediatamente, debe haber alguien que lo sepa y podamos embarcarnos más rápido- sonrió débilmente bajando la mirada.

- deberíamos también llevar más personas, si tuvo tantos hombres a su disposición no es de extrañar que también tenga en donde sea que se esconda- habló Albert con un tono bastante serio mirando como la vela se derretía lentamente callendo las gotas de cera en el pequeño mueble en el que se encontraba.

- estoy de acuerdo con eso, ir solo nosotros tres sería una completa locura, considero la posibilidad de hacer dos grupos- dijo Terry para caminar alrededor de la habitación que debido a la obscuridad se veía como si una sombra siniestra vagara por la habitación, que debido a los relámpagos solo así podían saber que se trataba de Terry.

- ¿a qué te refieres con dos grupos exactamente?- pregunto Susana aún sin mirarlo alejando con lentitud su mano del vidrio.

- bueno sería bastante obvio que tendrá personas vigilando a los puertos, así que formaremos grupos de desembarque para así tener una mejor estrategia ya que uno desembarcaran primero y media hora después otro lo hara, no sabrían por cuál deberían seguir si van tras el que llegó primero no tendremos que preocuparnos por qué nos sigan de igual manera si no notan el primero tendremos refuerzos extras- explico Terry deteniéndose para mirarlos.

- aveces salen buenas ideas... Algo simples pero buenas, por eso es bueno usar la cabeza de vez en cuando- dijo Albert levantándose de su silla dando pasos rápidos hasta el escritorio tomó una vela para después acercar su maletín que hasta el momento se había escondido debajo del escritorio tomando una pequeña hoja y una pluma mientras que Susana no pudo evitar soltar una risita que hizo fruncir el ceño a Terry.

- que molestos son- susurro dándoles la espalda deteniendo por completo sus pasos- entonces espero que ustedes tengan una idea mejor- volvió a caminar de un lado a otro con un poco más de velocidad.

- tu idea está bien, el seguramente está esperando un plan más difícil y complejo así que esto será lo mejor- soltó con simpleza Albert, acercó más la vela para iluminar mejor la
hoja de papel y tener una mejor visión para después escribir algunas palabras, siendo al menos un poco ayudado por los relámpagos que debes en cuando iluminaban la habitación por varios segundos.

- no se si es un cumplido pero lo acepto- se encogió de hombros.

- trataré de encontrar un barco más a primera hora de la mañana- escribía con un poco de dificultad debido a la poca visibilidad acercando la vela para iluminar al menos un poco más tras un rato de un silencio por parte de los presentes dejo de escribir.

- ojalá no estuviera está maldita tormenta- murmuro Terry dejándose caer en la cama- también hay un par de cosas que debi hacer hoy y ahora nos retrasará mañana.

Los tres suspiraron pesadamente hundiéndose en un profundo silencio dejando que la lluvia fuera el único sonido, ninguno se atrevía a decir algo y no tenían ganas de buscar temas de conversación claramente no tendrían ánimos de hablar de trivialidades o asuntos próximos, aquél silencio sepulcral les era reconfortante e incómodo al mismo tiempo, una oprecion en su pecho que no se iba desde aquel fatídico día, cada quien sumidos en sus deprimentes pensamientos forzandose a si mismos ser positivos.

Derepente el reloj sonó, un sonido casi similar a un golpe para después escuchar una pequeña campana que parecía opacarse con el sonido de la lluvia que cuál si fuera una invocación comenzó a llover aún más fuerte.

Las 12

Sin duda para Susana era un tanto tenebroso ya era tarde, la lluvia golpeando el vidrio con fuerte insistencia, los relámpagos que podían cegarla en cualquier instante, los truenos ocasionales que retumbaban aquel lugar, el frío que calaba cruelmente entre sus ropas, la obscuridad apenas una única vela casi terminada iluminaba débilmente, tenía una pequeña manta en sus manos la cuál venía con la habitación, todo se acumulaba dentro de sus cabezas y los pensamientos atormentaban fríamente su ser, sintiendo más frío del que su cuerpo sentía pensando únicamente en su querida amiga.
Fue sacada de sus pensamientos tormentosos al ser tocada por unas manos, fue entonces cuando miró a Albert arrodillado frente a ella apenas y podía ver su rostro pero con ayuda de un relámpago fue capaz de saber de quién se trataba, Albert tomo las manos de Susana las cuales hasta hace unos segundos se encontraba bajo la manta el frío toque de las manos de quién estaba frente a ella la sobresalto un poco, un pequeño papel fue dejado entre sus dedos de manera lenta.

- esto es muy importante- susurro Albert ganándose la confucion de Susana- te lo confío a ti

- pero....¿q-que?...¿que es?- pregunto con un poco de desconfianza pues parecía algo importante pero no quería arriesgarse a arruinarlo.

- es una dirección- dijo haciendo un sonido para que bajara un poco la voz al parecer no quería que Terry escuchará o en dado caso se despertara ya que no sabía con certeza el está de Terry- quiero que te encarges de conseguir las armas solo ve a ese lugar y te darán los detalles.

- ¿que? Pero ¿porque yo debo hacerlo?- trato de hablar lo más bajo posible- no se nada de armas menos comprarlas y ¿Que pasará si me descubren?- apretó ligeramente su papel para tratar de mirar en la dirección donde se encontraba Albert.

- ya lo he planeado, la persona es mi amigo no hay de que preocuparse solo te dará una carreta con costales de paja nadie sospechara- se levantó dando dando unos cuantos pasos.

- Pero y si ¿me descubren? o ¿se dan cuenta? No sabré manejarlo tal vez Terry deba hacerlo- susurro con preocupación bajando la mirada.

- Susana- Albert al escuchar su voz preocupada se acercó un poco a ella- te lo diré, tanto a Terry como a mí nos están vigilando lo notamos hace poco por eso debes ser tu, ya que no sospecharan de ti, por esa misma razón tu llegaste a reservar está habitación y nosotros dejamos las nuestras vacías- explico en voz baja- ellos no sabrán que estamos armados por lo que ellos no se preocuparan y esa será una ventaja- Susana mordió su labio inferior moviendo sus dedos con nerviosismo- contamos contigo Susana- animó Albert caminando a la puerta- descansa- abrió la puerta y salió al pasillo.

Susana dobló el papel y se cubrió con la manta por completo acurrucandose en aquel sillón escuchando como la lluvia comenzaba a disminuir lentamente y dejaba un sonido de lluvia más relajante que poco a poco arrullaba sus sentidos callendo en un profundo sueño.

Por otro lado Albert estaba caminando por los pasillos del hotel recargandose en el una de las paredes sacando un cigarrillo y un encendedor, coloco el cigarrillo entre sus labios y abrir el encendedor para tratar de encenderlo, sin embargo unos pasos en el pasillo lo hizo detenerse.

- creí que no volverías a fumar nunca más ¿mentiste a caso?- la voz de George lo hizo soltar el aire que tenía comprimido en su interior.

- aún no lo hago así que no cuenta- guardo el cigarrillo y el encendedor- quiero que me digas que descubriste.

- bien escucha con atención......

El Verdadero Amor.          ( Candy Candy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora