capitulo 32: tan frio que quema

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Era de noche el frío calaba hasta los huesos el frío era abrumador y desgarrador con una simple manta delgada y pequeña dentro de aquella casa vieja fría llena de orificios donde el aire helado pasaba con facilidad en un lugar desconocido para la joven rubia la cuál se encontraba desnuda atada de su pie derecho a la cama, se cubría lo mejor que podia mirando a sus amigos en las mismas condiciones que a diferencia de ella tenían golpes y moretones sus pies estaban casi pegados a la pared ellos se abrazaban mutuamente para conseguir algo de calor ya que la pequeña manta no cubría lo suficiente para ambos.

La ventana para colmo de males estaba abierta una especie de tortura para ellos sus cuerpos desnudos temblaban sus labios casi morados el cuerpo frío como si fuera invierno el piso helado donde se encontraban ellos la cama dura donde estaba candy más que la manta los cubrieran para obtener calor era para cubrir su desnudes ya que tanto ellos como candy no querían que vieran sus cuerpos de esa manera podían escuchar los coches pasar por la calle y algo de bullicio afuera pero ellos no podían simplemente gritar por ayuda

Nadie les creía

Llenos de impotencia solo tenían que resistir y no seder ante su cautiverio encontrar la manera de salir de aquel lugar poder escapar al menos esperar está vez tener éxito no rendirse alguna forma debía haber.

Los pasos de la gente pasando solo los hacía tener rabia y desesperación ¿Cómo era posible que esas personas no les ayudara?

Era simple

Niel había planeado todo cuidadosamente aquel chico que todos creían un inútil que no podía pensar había llegado al borde de la locura haciendo un plan tan detallado que daba escalofríos el pensar como llego ante las conclusiones bien elaboradas ¿Realmente había hecho todo solo?¿alguien le estaba ayudando? ¿Acaso Eliza está detrás de todo eso? Preguntas como esas rodeaban la mente de candy miro el plato a su lado y el ruido de la puerta de la entrada abrirse

Él había llegado

Los tres miraron con odio la puerta de la habitación escuchando los pasos aproximarse cada vez más y más hasta oírse como unas llaves abrían aquella puerta dejando ver a aquel joven bien abrigado entrar dirigido la la ventana para cerrarla.

— escuché que estuvieron gritando por ayuda toda la mañana— sonrió burlonamente.

— tu desgraciado— dijo Jon con frialdad apretando los puños— te irás al infierno.

— si ya veo— resto importancia a las palabras dichas acercandose lentamente a Candy— y en cuanto a ti mi hermosa y dulce Candy ¿Tienes frio?— sonrió fríamente sentándose en la cama.

— tu no la toques— se levantó furioso Javier tratando de llegar a dónde aquel tipo que había ganado su odio absoluto sin embargo las cadenas en su pie le impidió llegar muy lejos— tks joder— miro su pie con molestia

— ja bueno querida Candy parece que tienes frio— sonrió tratando de acercarse a la joven rubia la cuál se alejaba lentamente, el cuerpo de Candy temblaba no sabía distinguir si era por frío o por miedo aquella sonrisa le daba asco y repulsión fue entonces cuando sintió sus muñecas siendo tomadas con fuerza y siento recostada con brusquedad poniendo sus manos sobre la cabeza quitando la única cosa que cubría su desnudes.

— mal nacido— dijeron ambos hombres tratado de alguna manera quitar las cadenas o arrancarlas de la pared más era inútil por más que lo intentará además de estar reforzadas el frío de sus cuerpos los hacía no por moverse como antes haciéndolos más débiles y temblorosos

— imbéciles— susurro con burla para mirar a la rubia la cuál lo miraba con odio tratando de safarse de su agarre— mi querida Candy que tal si te caliento para que no tengas frío solo pídelo—  se relamio los labios mirando a candy

— antes muerta— miro fríamente a quel hombre sobre ella.

— es así— suspiro con pesadez negando ligeramente— bien no importa después de todo eres mía

— escucha esto Niel nunca seré tuya nunca por más que lo intentes esto está mal porfavor detente— dijo Candy en un último intento más de hacelo entrar en razón.

— Candy Candy mi dulce y amada candy— su mirada se ensombrecio— acaso.... ¿Te has dado cuenta de la posición en la que estas?— con una mano acaricio su mejilla haciendo que Candy alejara su rostro al lado derecho— no puedes negarme nada— beso la mejilla de la rubia la cuál hizo un gesto de asco que nada le agrado a Niel— no puedes negarme absolutamente nada y parece que lo has olvidado— beso la comisura de sus labios haciendo que Candy moviera bruscamente su cabeza al lado contrario— deja recordartelo de una manera que no lo olvidarás— sonrió mirándola a los ojos sacando una pistola y apuntarla a los hombres que trataban de liberarse— ¿y bien?

— Niel date cuenta que esto— cargo el arma y apunto— ¡Niel!

— mi pequeña tan linda— beso los labios de la joven la cuál se negó rápidamente tratando de alejarse

Pum

El arma habia sido disparado un silencio sepulcral hubo en la habitación candy rápidamente miro a sus amigos donde pudo ver la mejilla de Javier sangrar, la bala lo había rosado

— la proxima vez no fallare— sentencio Niel sonriendo a candy acercandose nuevamente a ella— así que recive todo mi amor hacia a ti— acaricio su mejilla y abriendo los labios de candy con sus dedos— ¿lo has entendido?— candy no contesto ante la pregunta dada más aquel hombre se beso los labios de la rubia no siendo correspondido lo cuál lo molesto cargo el arma de nuevo y apunto— tu decides

— Niel no...— movió el arma un poco y la miro con frialdad acercandose lentamente a ella de nuevo besando los labios de la chica la cuál correspondió rápidamente temerosa mientras que las lágrimas brotaban de sus ojos

— eso es poco a poco me amaras— beso la barbilla después bajar los besos por su cuello sin dejar de apuntar a los hombres— hasta que tú misma me entregues tu pureza—  sonrió con una sonrisa maniática— y así tener un verdadero amor

El Verdadero Amor.          ( Candy Candy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora