Amaia, las luces aun brillan

LONDRES

Alfred había tomado una decisión muy difícil,  había hablado con los médicos y los había convencido. El quería a Amaia como no había querido a nadie nunca, pero odiaba verla sufrir. Aquella cancion era una carta, quería contarle que, a pesar de que muriese ella debía seguir su camino.

Pero la enfermedad iba a más cada día y no había podido terminarla.

Cuando abrió los ojos y la vio tirada en el suelo de aquella habitación supo que no la merecía, claro que no la merecía, y tenía un plan.

- Amaia - Alfred se incorporó como pudo, no tenía fuerza para hacer nada más. 

Amaia se sobresalto e intento esconder las lágrimas -  ¡Alfred! ¿Como se te ocurre...? - Amaia no sabía ni que decirle.

- Mira...Amaia, he hablado con los médicos, y he llegado a la conclusión de que no debemos seguir juntos...- algo se rompió dentro de ambos con las palabras de Alfred - he decidido centrarme en mi y eres una distracción - Estaba mintiendo, claro que estaba mintiendo, pero se lo había escupido a la cara y aunque lo único que quería era abrazarla...eso no estaba en el plan.

Amaia pensó que estaba bromeando, luego recapacito y vio que era en serio, entonces, una lágrima resbaló por su mejilla.

- Después de todo....

- Amaia, vete, no se si quiero verte...- la voz se le quebró en la última palabra y no pudo terminar, Amaia acababa de salir de la habitación con un portazo, sin darse cuenta de que Alfred acababa de dedicarle su último LONDRES.