Schweppes

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Amaia corrió por las calles de Madrid

Corrió con todas sus fuerzas hasta que llegó a Gran Vía y se paró en Callao

Contemplo el símbolo de Schweppes en aquel edificio, iluminado con luces de colores. Desde el primer día en el que piso Madrid, se enamoró de esa ciudad. Se enamoró de las calles que se cruzaban y de la música subterránea, se enamoró de los fans madrileños, de las tiendas y de los teatros de aquella ciudad increíble. Pero ahora, ahora Madrid le parecía triste e incolora, quizás porque la persona que la había introducido en esa ciudad ya no estaba con ella.

Metió la mano en un bolsillo y saco un papel arrugado, lo estiró y leyó una de las frases que contenía. 

"Amaia las luces aun brillan igual"

Amaia subió la mirada al letrero de Schweppes que tanto le gustaba, seguía brillando como la primera noche en que lo vio, pero ella sabia que algo cambiaba, las luces no le seguían por mucho que brillasen. 

Y estaba segura de que debía intentar demostrar eso.

Subió a su piso, cogio una mochila donde guardo ropa, cogio su móvil y el pasaporte y quedó con Aitana en el aeropuerto.





*lo siento por haber tardado tanto en escribir, ahora estaré más activa. Muchísimas gracias por las 1,2k lecturas, es increíble*

Amaia, las luces aun brillanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora