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Me recuesto al espaldar de mi silla. Es muy incómodo. La muchacha de la coleta ha desaparecido, tal vez ya tomó el tren. La estación se ha llenado poco a poco sin darme cuenta. Verifico la hora. Son las seis de la mañana. Mi tren sale a las siete. Estoy aburrida, así que me pongo a juguetear con mi móvil. Por más que lo intento no puedo dejar de pensar en todo lo que ha sucedido. Ahora mismo quisiera que alguien me abrazara fuertemente y me consolara diciéndome que todo acabará. Me gustaría que ese alguien fuera Oscar, pero lamentablemente no le intereso ni un poco. Mi vida apesta y estoy consciente de ello. Si pudiera detener el dolor... ¡.ESO! Se me ocurre algo que pudiera detener todo, pero es una difícil decisión. Para el caso... Si lo hago, sé que nadie me extrañaría lo suficiente, ni mi madre, ni Roberto, tampoco Oscar. A mis amigos les dolería un poco, pero se les pasará. En la escuela tampoco me quieren así que...

Después de pensarlo un largo rato, me decido. Me incorporo lentamente y me levanto. Me siento feliz, algo muy extraño tratándose de alguien que está a punto de morir. Son las 6:55am. Interesante. Antes de irme de este mundo me gustaría despedirme de alguien. "Te Amo, siempre lo haré", escribo y pulso enviar. Sé, que probablemente no le interese, pero como son mis últimas palabras... Respiro profundo. Ahora tengo que esperar el próximo tren.

AloneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora