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Recogí mis cosas rápidamente. Solo llevo conmigo unas pocas ropas: dos camisas, dos jeans, un poco de dinero y una chaqueta. Lo abulto todo en mi mochila. Reina un silencio sepulcral en toda la casa. Suspiro levemente. Miro la hora 1:00 am. Me deslizo por la puerta sin hacer el menor ruido. Sonrío al recordar la última vez que me escapé de casa. Tenía solo 14 años, pero me sentía lo suficientemente madura como para comenzar una nueva vida. Lástima que , a mitad de camino, me asusté con un perro vagabundo y volví para la casa. Pero ahora era diferente, al menos había superado mi miedo a los perros, y a la oscuridad. Esta vez sería diferente: compraría un boleto hacia el pueblo más cercano, le diría a todos que no tenía familia y bueno, después de eso ya veríamos lo que sucedía. Estaba tan absuelta en mis pensamientos que no me di cuenta de que había llegado a la estación.

Hay pocas personas en la sala de espera. Algunos duermen. Me acerco al buró de información. Una muchacha esbelta me mira desde lejos. La observo con detenimiento. Lleva el cabello recogido en una coleta, está muy maquillada, y....oh! está embarazada. Sus ojos tristes miran hacia los lados.

-Señorita. ¿Qué desea?-me pregunta alguien.

Es la señora de información.

-Este...Un boleto para Virginia, por favor.

AloneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora