2

13 2 0
                                    


La señorita Martha hace una entrada digna de una artista, pero no de una simple profesora de matemáticas. Con gesto varonil, se me acerca y con su mirada penetrante me pregunta si he traído mi tarea. Enseguida comienzo a temblar: "la he olvidado", le digo. Un Rio de ofensas me envuelve y risas a modo de carcajadas me atormentan. Del fondo de aula me gritan: ''tarada, loca, rara...''

Me levanto y abandono el aula. Me dirijo al patio trasero y allí, sentada sobre un pequeño banco lloro.

La mañana pasa volando, y sin darme cuenta el recreo había llegado. Unos muchachos de último año pasan a mi lado y me miran extrañados. Ya me doy cuenta de lo que sucede: "ellos tampoco me aceptan tal como soy". Soy inteligente y eso no basta. Solo importa cómo me visto, como me comporto, como pienso... Aquí nadie me acepta y me he dado cuenta de que estoy sola... Me critican por doquier, ya no me importa, soy así y nunca lo dejare de ser. ¡Tienen que aceptarme como tal!!!!!!!!!!

AloneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora