6

6 1 0
                                    


Me despierto aturdida. Mi cabeza duele, se siente como si me la estuvieran martillando. Me incorporo lentamente e intento sentarme. Al hacerlo ciento un leve dolor en mi entrepierna. No entiendo nada. Que ha pasado? Miro a mi alrededor. Este lugar es irreconocible para mí, y lo peor de todo es que no me acuerdo de nada. A mi lado hay un chico dormido profundamente. Me levanto silenciosamente, tomo mi chaqueta y salgo sin hacer sonido alguno.Esto nunca me había pasado, y es algo raro. La disco está cerrada, hablo con el propietario y el me abre la puerta.

Una vez en la calle respiro hondo e intento no llorar. Tengo que guardar las lágrimas para cuando esté sola en mi habitación. Siento una vibración que proviene de mi teléfono. Lo reviso y tengo seis mensajes: tres de Sandra, uno de mi madre y dos de Oscar. Todos me preguntan dónde estoy. Como no tengo ánimo de contestar, los dejo para después.

Cuando llego a mi casa, mi madre se abalance hacia mi y, de un momento a otro me estampa una fuerte cachetada en mi mejilla. Su mirada es de fuego. Subo corriendo a mi cuarto, y una vez allí, me dejo caer en mi cama y comienzo a llorar fuertemente. Cuando logro calmarme, enciendo el móvil y le respondo a Sandra:" Soy una imbécil. Soy una cualquiera..." Segundos después me escribe: No digas tonterías. La culpa es mía, por haberte dado... en fin, no sabía cuál iba a ser tu reacción después de drogada". Hija de put..., pienso. Como se le ocurre! Me he acostado con un tipo cualquiera y resulta ser que la fucking culpa es de ella... Estoy agotada. Necesito hablar con alguien, y la única persona que me viene a la mente es Oscar.

AloneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora