La diversión en los ojos de Daniel al mirarla, es lo que más la asusta, porque hay algo más en esa mirada que la hace querer correr y esconderse. Tantas chicas en el mundo y él la acosa a ella.
—¿Por qué yo? —pregunto temerosa Savannah.
—Porque eres perfecta —respondió Daniel.
Sin darle tiempo de verlo venir, Daniel presiono sus labios contra los de Savannah, ella los mantiene cerrados pero él la muerde y ella suelta un chillido de dolor, enseguida se aprovecha de ello y su lengua se adentra en su boca.
A Savannah le subió la bilis a la garganta al sentir aquellos labios que alguna vez le gusto besar, ahora solo le proporcionan asco. Lo intento empujar pero es más fuerte que ella. Daniel es un jugador de Hockey, con aquellos anchos hombros y musculosos brazos.
—Suéltame —logro decir, entre sollozos.
—Silencio, preciosa, eres mía. Y siempre lo serás —aquellas palabras hirvieron la sangre de ella. Reunió fuerza y consiguió golpearle la ingle. Se alejó de Daniel, tocándose el labio sangrante—. ¿Por qué me sigues rechazando?
Se acercó con pasos amenazantes a Savannah, ella corrió lo más rápido que pudo.
Dios, ayúdame, rogo Savannah. Cruzo la calle, él estaba cerca… cuando escucha unas llantas rechinar en el asfalto, un golpe sordo y el horrible sonido de huesos quebrándose. Abrió los ojos, se volteó y a pocos metros estaba Daniel en el suelo, frente al parachoques de una camioneta, un charco de sangre lo rodeaba y los gemidos que soltaba eran escalofriantes. La conductora, parecía nerviosa llamando a una ambulancia.
—Oh Dios —musito Savannah en shock.
¿Qué hice? Se preguntó.
—Savannah —logro decir Daniel—, siempre serás mía. Mía. Mía.
Cerró los ojos. Savannah grito, noto unos brazos rodearla con fuerza, aquellos brazos que conocía muy bien, ella rompió a llorar. Ella lo quiso hasta que obsesiono con ella. No tenía por qué ser así, Dios, pensó sintiéndose culpable de la muerte de Daniel.
—Todo estará bien —le dice al oído, Shane.
Está preocupado. ¿Qué ha sucedido? Shane no sabe pero presiente que ella y Daniel en un mismo lugar, no es nada bueno. Miro los brazos de ella, hay marcas de forcejeo y su labio partido sangra. La apretó contra su pecho.
—Ya paso, hermosa —susurro suavemente.
La tomo en sus brazos y la llevo a casa, todos están afuera mirando de lejos el accidente. La ambulancia, abordando a Daniel. Llevo a Savannah a su habitación, los niños están preocupados.
—Está bien, solo necesita descansar. No le hizo bien ver toda esa sangre —les explico Shane.
— ¿Lo prometes? —le pregunto Fred.
—Sí, Fred.
Asintieron lentamente y se fueron, él la coloco en la cama y le acaricio el cabello, con ternura y amor.
—Se acabó, todo estará mejor. Lo prometo —coloco sus labios en al frente de Savannah, dejando un cálido beso allí—. Savannah, te amo.
—Te amo —susurro Savannah, en una voz apenas audible.
La vio quedarse dormida con rapidez. Él se sentó a observarla dormir. Daniel fue su primer novio duraron casi 3 años. Aquello la afecta pero él sabe que puede cuidarla y ayudarla. Ahora es su futura esposa, la futura madre de sus hijos, además, Marie y Fred la necesitan.
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Atados de manos (En edición)
Lãng mạnEx-amigos y ahora enemigos. Cuando el mundo y el destino se ponen a conspirar, no hay nada que los detengan. Créditos de la nueva portada portada a: @edicionesaliados