-Capítulo 1- De las cenizas, un ángel...|✔|

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(Para los que no pueden ver las imágenes porque leen sin internet C: pongo el nombre de quien narra)

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 Ethan

2 de enero de 2011 (15 años de edad)

El miedo suele ser mi peor enemigo, paralizando mi cuerpo y haciéndome perder el sentido y la razón. Mi madre siempre trataba de justificar las cosas terribles que sucedían a diario; en ocasiones, admiraba la fuerza que poseía al sonreír después de recibir una de las tantas palizas de mi padre. A medida que fui creciendo, eso comenzó a cambiar. Realmente la odié por permitir que las cosas se salieran de control. Ahora entiendo la razón: su necesidad desesperada de encontrar alguna excusa, una pequeña mentira piadosa que pudiera aplacar los lamentos de su pobre alma por un instante.

Ella siempre evitaba quejarse de aquello que permitía. Después de todo, la culpa era suya.

Desde que tengo uso de razón, he visto cómo mi padre molía a golpes a mi madre. Siempre quise huir, correr muy lejos de este mundo violento y desgarrador; sin embargo, no podía abandonar a mi madre y dejarla morir. Creí que, si aguantaba lo suficiente, un día él se cansaría de nosotros y se iría. Ahora me doy cuenta de cuán equivocado estaba. En verdad quería odiarla por permitir que viviéramos en este infierno repleto de dolor hasta el final; pero todos mis intentos quedaron siendo solo eso. Simplemente no podía dejar de llorar por lo cobarde y débil que había sido; nunca pude proteger a mi familia como lo merecía.

Miles de gotas cubren mi rostro a medida que caen. No puedo evitar continuar mirando el cielo lluvioso mientras derramo con amargura mis penas. La pequeña mano de mi hermana aprieta la mía con fuerza mientras grita y lloriquea; solo quedamos nosotros dos. Vestidos de negro, de pies a cabeza, contemplamos este oscuro día repleto de emociones aplastantes. El olor a tierra húmeda y moho predomina en el ambiente, y la lluvia convierte en barro el cementerio. Mis lágrimas saladas se entremezclan con la lluvia y recorren las heridas abiertas de mis labios cuarteados, trayendo consigo un ardor creciente que no tiene ni punto de comparación con la gran sensación de pérdida y vacío que hoy me acompaña. La impotencia que invade mi pecho se mueve por mi ser, sofocándome de adentro hacia afuera.

ANGEL GUARDIAN© #PGP2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora