Mi corazón estaba hambriento por encontrar a otro que lo entendiese...
˜Sara Barro.
-Rex-
—Cecilia, mírame —tomo su rostro entre mis manos y examino sus ojos.
La sangre que la cubre no parece ser suya, suspiro aliviado. Me apresuro a coger cualquier arma que encuentro cerca y le quito el seguro; tres tipos se infiltraron aquí y se encargaron de dejarnos incomunicados con los pisos inferiores, lograron acceder a la seguridad y traspasar el perímetro justo ahora que Ethan está fuera.
—¡Maldita sea! —vocifero mientras pienso en mis opciones.
Si salimos de aquí tendremos que huir sin descanso y perderé la pista de Ethan, tengo que permanecer en nuestro punto de encuentro. Debo recuperar la base, limpiar la zona y averiguar quién diablos mandó a estos tipos.
Giro el rostro y veo a la chica de ojos azules, me observa fijamente sin emitir algún sonido. Suspiro con cansancio, no puedo preocuparme por ella ahora; si quería mantenernos a salvo debía actuar rápido.
Cecilia se levanta de golpe y tantea el suelo a su alrededor hasta recuperar el arma que dejó caer minutos atrás.
—¿Quiénes son? —inquiere con la voz un poco rota, carraspea en un intento de sonar más firme y continúa—. ¿Tienes muchos enemigos?
—Tenemos... —corrijo acercándome al cuerpo sin vida.
—¿Qué haces?
—Busco en su chaqueta —digo con calma. Una vez que logro sacar de uno de los bolsillos el celular, se lo lanzo y ella lo atrapa con algo de torpeza.
—Llama al último número y escucha lo que dice—explico apresurado mientras cargo el arma y me acerco a la puerta.
—Rex... —susurra—. Ten cuidado.
Veo sus ojos cristalizarse, asiento para tranquilizarla y sigo mi camino evitando volver a ver su silueta; algo en mi pecho se comprime, pero me obligo a seguir.
El miedo por perder la vida jamás me había detenido antes, siempre he dado la cara sin importar el resultado; sin embargo, hoy había deseado con todas mis fuerzas que las cosas terminaran a mi favor, que fueran diferentes.
Por primera vez en mi vida me aterró la idea de morir, no podía dejar que todo terminara de esta forma, mi vida no valía nada, pero la de ella era una vida que no merecía ser desperdiciada. Hay cosas buenas en este mundo, al igual que personas que merecen seguir viviendo para hacer el mundo un lugar menos jodido. Si yo moría ella quedaría indefensa, era una posibilidad que no podía permitir; fue por ello que decidí enfrentarme a tres tipos armados, aun sabiendo que no tenía ni la más mínima oportunidad de ganar.
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ANGEL GUARDIAN© #PGP2020
ActionSer un ángel guardián no es tarea fácil, el peor error de los seres humanos es pintarnos como si fuéramos seres celestiales con el poder de influenciar todo a nuestro antojo. Ustedes tienen algo llamado libre albedrío (libertad para elegir) y créanm...