Capítulo 9

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AHHHHHHH!

Kael estaba a punto de hacerse bolita, si una pequeña bolita. Ludmila no había contestado sus mensajes hace un par de días, y él necesitaba saber más.

Ver la ventana de conversación sin nada nuevo lo cansaba cada día más.

La voz de su madre que lo llamaba para cenar le hizo olvidar por una milésima de segundo por qué se encontraba tan ansioso.

Esto es muy estresante para un chico de 17 años, pensó Kael.

Bajó a cenar, su estómago llevaba horas rugiendo y eso también lo ponía de mal humor. No había almorzado muy bien ese día, había estado haciendo su papel de cupido durante el descanso que tenía para comer en la escuela.

**********

—Maldita sea, tengo hambre. — caminaba Kael a rastras.

Era hora del almuerzo y aunque tenía hambre algo de él le decía que era su obligación ser cupido, así que ahí se encontraba Kael, en medio del pasillo vacío siguiendo un hilo.

El hilo que seguía era de Madonna, bueno no se llamaba así, su nombre era Sarah, la rubia que Margot había descrito como la novia de William.

Todo era parte del plan de Kael.

Separar a Ken y Barbie.

Juntar a Ken con Margot.

Se lo repitió todo el camino saliendo de la escuela, ya que al parecer el hilo de Sarah seguía y seguía.

— Oh por todos los cielos! — miró Kael como el hilo salía del estacionamiento. — Espero no tener que ir hasta China.

Kael se subió a su moto y salió del estacionamiento, esperaba encontrar el otro lado de ese hilo antes de que termine la hora de almuerzo, era un poco confuso ir tan rápido y encontrarse con varios hilos, tuvo que parar de vez en cuando.

Sólo tenía media hora para regresar, paró la moto y se bajó.

Si tan solo no hubiera tantos hilos entreverados en el camino. Suspiró Kael.

Se quedó mirando un rato la calle, sabía cuál era el hilo de Sarah, pero en una cuadra se mezclaba con otros hilos y se tendría que bajar de la moto de nuevo. Sería muy tedioso.

Cuando pensó darse por vencido, vio como el hilo de Sarah empezó a brillar y el resto de hilos se desvanecieron.

A eso le llamo suerte. volvió a subir a su moto y aceleró.

Era como seguir un camino, manejó unos diez minutos más hasta llegar a la calle donde todo era música.

Tiendas de discos, tiendas de guitarras, bajos, baterías, trompetas y muchos otros instrumentos, paró en una tienda y siguió el hilo a pie.

Al entrar sonó la campana de la puerta, un chico estaba en el mostrador afinando una guitarra.

Hola, ¿tienes baquetas del 5A punta de nylon? preguntó Kael.

Buenas tardes le sonrió el chico , ¿alguna marca en específico?

—Ummm no. — Kael solo dijo lo primero que se le vino a la mente.

El chico buscó debajo del mostrador, sacó un par de baquetas de varios colores y se las mostró a Kael.

¿Y ahora que más le digo?

Recién voy a empezar a tocar, ¿qué me recomiendas?

—Estas. — el chico señaló un par de baquetas de madera con punta blanca. — Las de esta marca son más ligeras y te será más sencillo usarlas.

Querida Celestina ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora