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9 de Noviembre del 2047

7:43 am

Él teléfono móvil de Hoseok vibraba en la cómoda temprano. Desperezándose tallaba sus ojos con el dorso de la mano para abrir sus pesados parpados, acostado entre las sabanas de la cama, no pudo ignorar más el irritante zumbido del aparato, poniéndose en pie como dios lo había traído al mundo, verificó por qué sonaba antes de la alarma. Tres de sus solicitudes de trabajo habían sido respondidas, le requerían para una entrevista previa, sonrió para sí, pues las entrevistas serían a diferentes horas pudiendo asistir a todas.

Después de almorzar y darse una ducha, tomó una playera gris y unos jeans negros para vestir, ajustó sus zapatos deportivos y ese raro reloj, preparado para su nueva experiencia.

El ruido de las calles lo impacientaba, colocándose los audífonos ahogó los sonidos de los claxon, el murmullo de la gente y los anuncios publicitarios, animándose a sí mismo de llegar con una actitud positiva, dejaría su mejor impresión

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El ruido de las calles lo impacientaba, colocándose los audífonos ahogó los sonidos de los claxon, el murmullo de la gente y los anuncios publicitarios, animándose a sí mismo de llegar con una actitud positiva, dejaría su mejor impresión... o al menos ese era su plan.

Al primer gimnasio al que visitó, el dueño del lugar lo miraba con obscenidad, arrastraba sus palabras al hablar, como si tratase de seducirlo, "asqueroso", después de varias preguntas el hombre de edad media se acercó a él con un aura de lascivia a su alrededor, Hoseok dio un brinco del asiento y agradeció el que le hubiesen llamado, mintió diciendo que había olvidado que el horario interfería con sus estudios saliendo nervioso del lugar. En el segundo gimnasio la entrenadora necesitaba a alguien que la cubriera en la mañana, el problema era que entre esas horas se encontraban las clases de zumba y aún no encontraba algún instructor, Hoseok echó a volar su imaginación, "¿Yo bailando en leggins? O, vaya que no..."

En el tercer establecimiento al que fue llamado era la tienda de conveniencia, cerca de las 2 pm, calculó que tenía tiempo suficiente para responder y volver a su departamento para viajar al pasado, "que loco sonaba, pero eso era lo que era, un viaje en el tiempo". El dueño del lugar era un tipo mayor con problemas de peso y malhumorado, con un penetrante olor a cigarrillo y a sudor agrío axilar que lo recibió de mala gana, lo hizo pasar por detrás del mostrador, leyó nuevamente su solicitud de trabajo haciéndola a un lado desinteresado; aspiró fuerte por la nariz y tragó lo que había en ella, "¡Nauseabundo!", el estómago se le revolvió, jurándose a sí mismo no volver a comprar ni siquiera ramyun instantáneo ahí, el tipo hablaba del manejo de la caja y de la organización de los productos; contestaba su celular y atendía a los clientes alargando lo que debía durar unos minutos. Hoseok comenzaba a impacientarse, checó el tiempo en su celular y quedaban 15 minutos para la hora acordada.

– Señor, deberá disculparme, pero tengo que...

– ¿Qué pasa niño bonito?, ¿tienes mejores cosas que hacer que ganarte la vida? – rio con sarcasmo.

– ¿Qué...

– Personas como tú, no logran hacer nada, quieren todo tan fácil y a la primera –se limpió el sudor de la punta de la nariz con la mano y prosiguió– ¿Crees que tu tiempo es más importante que este trabajo?

Time Travel (ShowHo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora