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Los sueños son las puertas de una dimensión que desconocemos, una donde los deseos se pueden volver realidad, y por desgracia, las pesadillas también. Algunas noches Minhyuk tenía sueños confusos, "rápidos" por así decirlo, donde su alrededor se movía, como si estuviera corriendo o lo obligaran a hacerlo, su corazón latía con fuerza mientras apretaba algo metálico en la mano y era jalado de la otra muñeca, escuchaba el resonar de sus pasos, y el de alguien más, "por aquí" le decía una voz grave sin aliento, volteaba hacia atrás y no veía a nadie, miraba hacia delante y un chico de cabellera castaña lo dirigía entre ¿pasillos? No, eran callejuelas, "no te detengas".

Minhyuk pudo escuchar pasos acercarse hacia ellos, "están por alcanzarnos", bufaba al dolerle las costillas, el chico lo dirigió a una calle oscura, ambos con la respiración acelerada se ocultaron detrás de unos botes de basura, a pesar de la oscuridad, Minhyuk pudo notar unos hoyuelos en las mejillas de aquel muchacho que sonreía.

— "Vuelve, yo me encargaré de ellos", — el muchacho secaba el sudor de su nariz con la manga del suéter,  —"Usa el reloj, vete"

—No puedo dejarte aquí, debes venir conmigo, —Minhyuk tomó la mano de aquel muchacho al ser acorralados por unas sombras altas, era difícil ver en la oscuridad, pero su instinto le decía que eran de quienes huían, el muchacho temblaba, — He estado buscándote todos estos años...

No funcionará, —Sonreía el muchacho resignado.

Minhyuk respiró hondo y distinguió el brillo del cristal del reloj en el puño de su mano.

—Confía en mí, — le susurró Minhyuk antes de presionar uno de los botones del exuberante reloj, al instante en que el sonido de un disparo lo sobresaltaba. Despertando en su cama asustado de ese sueño vivido, con ligeras punzadas en la cabeza. Al sentarse a la orilla de la cama abrió un cajón del buró, con cartas de sus padres, o más bien de sus padres adoptivos que le escribían de vez en cuando, que a pesar de estar familiarizados con la tecnología, preferían escribir a puño y letra a su hijo cada ciertas ocasiones, "los sentimientos van entre la tinta y la hoja".


Hacía dos años atrás, tuvieron una charla que lo marcaría para siempre, sobre  algo que habían mantenido en secreto; Minhyuk tenía un hermano menor.

—¿Por qué nunca me lo dijeron? —en una linda y pequeña sala de estar color amarillo pálido, estaban sentados en mullidos sillones cafés el muchacho de cabellos oscuros frente a sus padres tomados de las manos, las tazas de té que reposaban en la mesa baja de madera entre ellos se enfriaba.

—Hijo, —respondió su mamá compungida, —esto era difícil para nosotros de explicar, pensábamos que no lo entenderías, pero fue nuestro error el no habértelo contado en un principio, todo sucedió tan rápido.

—La encargada del orfanato—prosiguió el padre de Minhyuk en tono bajo, —  nos ocultó la información de tu hermano, quizás para ella era más trabajo el tener que dar en adopción a los dos o a ninguno, no lo sabemos, y cuando fuimos a recogerte nos desconcertó el que mencionaras a tu hermanito, no tuvimos tiempo de reaccionar, la directora al decir no saliste corriendo y escapaste del orfanato junto con él pequeño.

— ¿Y entonces? —Minhyuk casi escupió las palabras al sentir el nudo en la garganta.

—Ocurrieron dos accidentes, —La madre de Minhyuk comenzaba a llorar.

—Un auto te golpeo, —el padre de Minhyuk apretaba la mano de su esposa, tratando de darle apoyo, — sufriste un traumatismo cerebral, el médico nos explicó que podrías sufrir ciertas secuelas por el accidente, aunque no lo sabríamos hasta que despertaras, ya que los estudios que te realizaron todos estaban en orden. Nunca perdimos la fe de que todo saldría bien, y cuando despertaste unas semanas después, abriste los ojos y sonreíste como si nada hubiera ocurrido.

Time Travel (ShowHo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora