¿Qué es el tiempo?, ¿Cuánto dura un momento?
Los números señalados por las manecillas de algún reloj no fueron coincidencia, llevará a esa persona al lugar que pertenece y desea llegar.
Las reglas están establecidas, será su decisión el enfrentar...
Hoseok había aprendido en esos días algunos de los trucos de ese reloj. Uno; era que tenía que apretar el botón derecho superior justamente a la hora indicada "3:01 pm" un minuto después el reloj recorrería un número en el dial, para intentarlo al día siguiente. Dos, en el pasado podía volver al presente con presionar el botón derecho inferior, con el detalle de que cuando volviera la siguiente ocasión reaparecería en el punto en el que lo había hecho anteriormente, (como el primer día en las regaderas). Trató de traducir el contenido de las hojas que había guardado en el cajón el día que encontró el reloj, aunque terminó por exasperarse por la letra floritura escrita, parecían más bien jeroglíficos, y juntar el inglés con esa letra era una locura. Tan solo le quedaba el seguir utilizando el artefacto para seguir descubriendo sus secretos.
Ahora, su preocupación era otra. Tenía que correr el riesgo de ser atrapado por allanamiento de morada; con el casco bajo el brazo, apretó la corona del reloj exactamente a las 3:01 pm, Hoseok viajó 30 años en el pasado a su misma habitación. Abrió los ojos de golpe, alerta de cualquier indicio de la presencia de la chica, estaba en silencio y salió con cautela por la puerta.
-¿Qué estás haciendo?- Una voz de un hombre mayor hizo voltear a Hoseok sorprendido, sintiendo el corazón en la garganta, no podía articular palabra, -Soy el casero del edificio, dime, ¿Te interesa el cuarto?- Preguntó el hombre alzando una ceja,- Desde ayer está libre.
Hoseok parpadeo confuso.
-... oh, ¡NO! Estoy de paso, no creo poder pagarlo...-Hoseok tramaba su huida, pudiera ser que aquel hombre sabía que fue el quien entró al cuarto de la chica la vez anterior, sin embargo, el sujeto lo miraba detenidamente, hasta que sonrió.
- Descuida, la renta ya está pagada,- le lanzó un par de llaves, que atrapó torpemente- y ten cuidado de dejar abierto, anda un loco entrando a los departamentos.
Hoseok sin comprender, susurró un vago gracias.
...
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En el dojo, Hoseok dejó el men en los vestidores, el sonido de la regadera se escuchaba suavemente.
-¿Hyunwoo?- Preguntó Hoseok acercándose a la entrada,- ¿Eres tú?
Un gruñido contestó, el chirrido de la llave resonó parando la caída del agua. Algunas cuantas gotas que resbalaban del cuerpo mojado del moreno hacían eco al caer al suelo. Tomando una toalla para secar sus cabellos negros y otra amarrándola a su cintura, salió de la regadera pasando a lado de Hoseok que estaba vestido solo con unos ajustados boxers negros; estaba cambiando sus ropas deportivas por el tradicional hakama y keigoki.
-Oye sensei,- hablaba Hoseok dándole la espalda mientras subía el haikama sobre sus glúteos, -¿Qué tanto explicaste ayer?- terminó de ajustarlo y cubrió su espalda con el keigoki- ¿Me echaron de menos?- giró su cabeza con una sonrisa sarcástica, topándose con la mirada analítica de Hyunwoo,- ¿q-qué miras?
Titubeo, Hyunwoo lo observaba parado con una mano en la cintura y con la otra rascándose la barbilla.
-Eres muy blanco,- Habló
-¿Sí?,- cerró el Keigoki tapando su pecho.
-Es un color muy lindo.
-Gracias... -Sonrió ampliamente
-Parecieras un ángel.
-Ok,- su sonrisa se borró y abrió grandes los ojos- eso fue raro...
Hyunwoo apretó los labios sonriendo, marcándose sus pómulos y dejando sus ojillos como lunas.
-¿Por qué no viniste ayer?,- se dio la vuelta para comenzar a vestirse, riendo por fin.
-Fui... a buscar trabajo, es una larga historia la verdad.- Hoseok bufó negando con la cabeza.
-¿Por qué no me cuentas terminando la clase? Tengo un hambre mortal.
.
No cabía duda que esta era la clase más difícil que Hoseok había tenido, perdió la cuenta de las repeticiones que Hyunwoo lo hizo hacer corrigiéndolo una y otra vez, sus brazos y cadera le dolían a más no poder, pero mantenía su orgullo haciéndolo sin queja. Hyunwoo era un verdadero maestro, que disciplinaba a quienes faltaran a su clase sin excepción. Hoseok bañado en sudor cortaba el aire con el shinai, sentía la mirada del moreno en sus cienes, hasta que le asintió como señal de que podía integrarse al grupo.
Al parecer, Hoseok no era el único que sudaba a gotas gordas, los otros discípulos gesticulaban con cansancio y dolor cuando Hyunwoo cambiaba las posturas; su voz sonaba impotente, incluso se le veían más alto de lo normal, casi podía verse el fuego en sus ojos.
.
La clase concluyó, los chicos casi se arrastraban a las regaderas. Hoseok sentándose con dificultad en el suelo observaba a Hyunwoo parado dándole la espalda en completa calma.
-Ohe, Hyunwoo- Le hablaba Hoseok con la garganta seca.
Este no se inmutó.
-Oye... ¿Por qué estás tan serio? Oy...
Hyunwoo repentinamente giró sobre sus talones y levantó a Hoseok del keigoki.
-Entra... a las duchas... ¡AHORA!
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* Hi! Dejaré de prometer que actualizaré pronto porque me siento culpable cuando no lo cumplo TT TT ¡Pero ya tengo el siguiente! 💖 Ayer llevé mi computadora a la oficina y pude escribir este y el siguiente capitulo <3 Déjenme sus comentarios, opiniones o dudas, los leeré.
Y sobre todo, ¡Muchas gracias por seguir este fic! *
