¿Qué es el tiempo?, ¿Cuánto dura un momento?
Los números señalados por las manecillas de algún reloj no fueron coincidencia, llevará a esa persona al lugar que pertenece y desea llegar.
Las reglas están establecidas, será su decisión el enfrentar...
Era una tarde verdaderamente acalorada, ni las nubes se atrevían a pasar al frente del abrazador sol. La contaminación era el legado intangible de la generación anterior, un completo asco, y ese extenso cielo de color gris azulado era prueba de ello. Hoseok no podía dejar de usar chamarras deportivas aunque el calor le estuviera cocinándole, su piel blanca era sensible a esos cargados rayos uv.
Caminaba deprisa ansioso de llegar a su departamento y tomar un baño, faltaba poco para la hora del viaje. El sudor le escurría en la cara, limpiándose con la manga de la sudadera. Divisó su edificio, e imaginaba la frescura de la sombra, las pocas personas que como él tenían un destino a donde llegar, se movían deprisa tal cual hormigas huyendo de la mortal lupa. Un hombre captó su atención desde lo lejos, era alto y delgado de porte elegante, vestido de un traje marrón formal, "¿no tenía calor?" Guardaba sus manos en los bolsillos delanteros del planchado pantalón. Hoseok desistió de su impulso de pasarle de largo, volteando a fisgar al ir unos pasos frente a él. Era un joven que quizá tendría su edad o menor, bastante atractivo de labios gruesos; los cabellos castaños peinados de lado, despejaban su frente, haciendo notable que observaba afligido a lo alto con unos ojos oscuros grandes y expresivos. El chico del traje marrón dirigió sus pupilas a las suyas, haciéndole bajar la cabeza hasta entrar al edificio.
El chico de traje marrón reanudó a contemplar el departamento de Hoseok desde lo bajo, sacando la mano de su bolsillo izquierdo del pantalón un reloj plateado con números romanos. El segundero giraba marcando un ligero tic toc, y el minutero se movió.
-Ya casi es hora...- el joven susurró.
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16 de Noviembre del 2018 7:35 pm
–¡Hyunwoo necesitas calmarte! – En la habitación del mencionado se encontraban los dos chicos estudiando, Hoseok revisaba los ejercicios del moreno, y Hyunwoo resolvía unos nuevos, que con las manos sudorosas las frotaba constantemente contra sus jeans, al resbalársele el lápiz de los dedos, – Has mejorado mucho, los resuelves cada vez más rápido y con menos errores.
Hyunwoo gruñó.
–Los puntos...– murmuró, –Esos malditos, pueden joderme todo el resultado.
–Todo saldrá bien, – Hoseok sonrió. El lápiz de Hyunwoo escapó de entre sus húmedos dedos rodando por la mesa hasta las hojas amontonadas del blanco, – después de este repaso, trata de ir a la cama y descansar para mañana, también no es recomendable saturarse de información.
Hoseok levanto el lápiz con elegancia, pareciendo que lanzara un hechizo apuntando directo a la cara de Hyunwoo, este sin habla, cogió el lápiz de la goma. Algo en ese chico tan pálido le calmaba y agitaba a la vez, recordó su vago aroma en la almohada, erizándole los vellos del brazo al rozar ligeramente la tersa piel de su mano.
