Capitulo 1

1.9K 14 3
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Llevo con Armando dos años, el tiene veinticinco años, de los cuales conozco a su padre año y medio. Sebastián es un hombre moderno, de unos cuarenta y cinco, cincuenta años. Es separado, según Armando, a sus padres se les acabo el amor, aunque a su madre solo la he visto unas navidades y en la boda de un primo, Armando tampoco tiene mucho contacto con ella. Mi relación con mi suegro, es buena, de esas que conectas con la otra persona y no te aburres siempre tiene tema de conversación. Hemos pasado veladas juntos, los tres, disfrutando de una cena, como si fuésemos tres amigos, chistes, risas.....


Los dos trabajamos, yo en casa, Armandoen una gran empresa de comercial, por lo que a veces, va a cursos,algún congreso o presentación de algún producto, siempre que me lopermiten voy con el y son como unas minivaciones. Nos queremos ynuestra vida sexual es bastante activa.


Son la ocho y he quedado con mi novioArmando, para cenar en su casa con su padre, y anunciarle que nosvamos a vivir juntos, Armando y yo. Nuestro pisito es pequeño, doshabitaciones, un baño y cocina-comedor. Esta cerca de casa del padrede Armando, ya que a Armando le gusta esa zona de la ciudad, y supadre esta cerca. Nuestro plan es vivir juntos un año o dos y luegocasarnos para formar una familia numerosa.


Así que me visto sencilla pero formal,un vestido negro, de tirantes,no me pongo sujetador para que no sevean los tirantes, ya que solo tenia blanco sin tirantes, y no queríaque se viese, y un tanga también negro, con zapatos de tacón.


Salgo de casa despidiéndome de mispadres, ellos ya saben la noticia, y aunque no les ha gustado por mijuventud, apenas tengo veintidós, y por el poco tiempo que llevamossegún ellos. Pero no les queda más remedio que aceptar mi decisión.Estoy tan feliz, subo a mi coche y me dirijo a casa de Sebastián,estoy muy ilusionada.


La cena es perfecta, Sebastián cocinamuy bien, todo esta delicioso. Al vino solo le doy un sorbo ya queluego tengo que conducir. Le damos la noticia a la vez, con nuestrasmanos entrelazadas. Yo sonrió con un brillo en los ojos, quedemuestra lo mucho que deseo empezar una con Armando. Sebastián selevanta y nos besa a ambos.


-Me alegro tanto por vosotros, es másvamos a hacer un brindis....-dice Sebastián alzando la copa de vinoy mirándonos a los dos- por la felicidad de las dos personas másmaravillosas del mundo, porque tu Armando eres mi hijo y tu Sara teconsidero como una hija.


Brindamos y doy un pequeño sorbo.Armando pone música, el no baila pero a Sebastián y a mi nos gusta.


-Señorita Sara, me permite este baile-dice Sebastián con humor.

-Por supuesto señor Sebastián- y meinclino,sin darme cuenta que se me abre el escote y dejo ver aSebastián mis pechos, además que las damas no hacían reverencia,sino una flexión de rodilla. Me siento avergonzada y mis mejillas sesonrojan.


Sebastián elegantemente no hacecomentario pero su mirada cambia y su mano en mi cadera hace máspresión de la habitual, distraídamente noto como mueve su dedosobre el borde del hilo de mi tanga, ya que es un pequeño triangulo,y lo demás un hilo horizontal y otro vertical que se mete entre misnalgas.


En un momento de la canción empieza agirarme sobre mi misma y mi corto vestido vuela hacia arriba, con loque Sebastián disfruta de verme. Cuando deja de girarme, avergonzadabusco a Armando, pero no esta, creo que ha ido al baño.


-Creo que me doy por vencida- digo enun intento de separarme de Sebastián sin parecer desagradable- estoymareada- digo como excusa.


Entonces suena una canción lenta.Sebastián extiende sus brazos.


-No tienes excusa, además voy a cuidarde ti.- dice Sebastián. Estoy confundida no se que hacer ya que sumirada no es la misma, hay cierto deseo en sus ojos, y ese deseo haceque yo tampoco lo mire igual, ni sienta su tacto igual, ahora susmanos queman, hacen subir mi temperatura. Hace que lo vea como unhombre. Y el me mira como una mujer, ya no nos sentimos como el padredel novio o la novia del hijo.


Acaricia mi espalda por encima de latela del vestido, seria inocente si en nuestros ojos no existiera esedeseo, esa excitación. Cuando termina la canción miro la hora ybusco a Armando.


-Siento mucho, pero estoy agotada,tengo que irme- le digo a Armando nada más aparece por la puerta- yya es tardísimo.

-Mañana no trabajas, vamos nena,quédate y vemos una película los tres- dice Armando ajeno a que micuerpo esta excitado y caliente, y lo único que me apetece es ir asu cuarto y que me folle.

-De verdad cariño no puedo con micuerpo, y luego para conducir sera peor- digo como excusa necesitosalir de aquí. Noto la mirada de Sebastián y al mirarlo me doycuenta del bulto de su entrepierna.


Me despido de Sebastián moviendo mimano en el aire, y a Armando que me acompaña hasta la puerta, me daun casto un beso, que por la calentura de mi cuerpo me dan ganas detirarlo al suelo allí mismo y montarlo.


-Nos vemos mañana, te quiero- diceArmado sin ser consciente que me voy con un volcán en mientrepierna.

-Hasta mañana, te quiero- vuelvo abesar sus labios, dios no me iría, estoy tan caliente.


Vuelvo a casa, todos están durmiendo yyo solo puedo ir a mi habitación a coger mi vibrador, piensomasturbarme pensando en Armando.


Una vez desnuda y encima de mi camaempiezo a estimular mis pezones con el vibrador, lo voy bajando ygimo el nombre de Armando, hasta que llego a mi clítoris y sin darmecuenta se me viene la mirada Sebastián a la mente lo que hace que miexcitación sea mayor de lo normal, pienso en sus manos en sobre mipiel, su mirada llena de deseo, imagino como sera su miembro, comoseria sacar aquel bulto que yo le ocasione, empiezo a gemir sunombre, cuando me doy cuenta que casi estoy gritando su nombre y micuerpo convulsiona a punto del orgasmo, muerdo mi labio para acallarmis gritos, no quiero que vengan mis padres a ver que me pasa. Unamezcla de dolor por la fuerza en que aprisiono mi labio y el placerde imaginarme a mi suegro dentro de mi hace que mi entrepiernaexplote, noto como mojo la parte de la cama donde estoy.



Me duermo enseguida ya que ese orgasmo me ha relajado más de lo que yo imagine. Pero paso toda la noche teniendo sueños húmedos con Sebastián y con Armando, a cual mejor,son tan intensos los sueños y tan placenteros que me levanto de buen humor.

 Pero paso toda la noche teniendo sueños húmedos con Sebastián y con Armando, a cual mejor,son tan intensos los sueños y tan placenteros que me levanto de buen humor

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

                                                                                          Sebastián 

Entre dos hombres  (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora