Entre dos hombres (+18)

Capitulo 10

Tengo a los dos hombre mas guapos para mi. Al abrir la puerta me quedo casi sin respiración un perfecto Sebastián esta en el umbral, yo quieta sin moverme, estudiando esa imagen, como quien estudia una imagen, angulo, iluminación,saturación de la imagen....

-¿Vas a dejarme entrar?- pregunta divertido.

-Sí, perdón pasa- le digo a Sebastián. Armando esta detrás de mi.

-Lo ves- me dice acusatoriamente Armando.- has dicho perdón, Sara, estas mal.

-No me toques los cojones- le digo arrancando la botella de vino que trae Sebastián.

-Y eso- pregunta Sebastián algo confundido.

-Creo que Sara tiene mucha presión,por tener mucho trabajo- Dice Armando a su padre.-y solo quiero que descanse y se coja las cosas de forma mas calmada, pero ella se enfada.

Los dos se quedan mirándome como si yo fuese un bicho raro. Cierro los ojos...

-Dios dame paciencia con estos dos-digo en voz alta para que me oigan- si me das fuerzas les doy una Ostia.

Los dos se echan a reír.

-Si es por deslenguada, yo creo que esta recuperada- dice burlándose Sebastián, a lo que le enseño un cuchillo enorme.

-Si pero no es ella- dice Armando,pensando en como se lo va a explicar a su padre.

-No, soy la vecina, no te jode- digo sarcásticamente.-¿Quien quiere vino?

-Yo, por favor- dice un correcto Sebastián. Al entregarle la copa, coge mi mano por unos segundos mientras me mira a los ojos. Una corriente pasa de mi cabeza a todo mi cuerpo.

-Yo también- dice Armando mientras camina hacia la cocina. Rompe el momento, lo que agradezco. Sirvo y le llevo una copa a la cocina, se la entrego y me da un tierno beso.-Sal y haz compañía a mi padre.

Salgo y estoy llegando donde esta Sebastián.

-¿Que ha pasado para que Armando este así contigo?- pregunta curioso Sebastián.

-Me olvide que venias a cenar- digo un poco avergonzada.

-Tan pronto de olvidas de mi- dice con una sonrisa lujuriosa. Dios ahora me tiraría encima de él, y si Armando me pilla, que se una. Noooo, no puedo hacerlo.- Eso tendré que solucionarlo.

El sonido del timbre de la puerta me sobresalta, me saca de mis pensamientos calenturientos. Pero cuando voy a ir a abrir, Armando me gana.

-Ya voy yo- esta nervioso y yo le miro confundida, creo que el sabia que iba a llegar alguien más.

Al abrir por encima del hombro de Armando diviso al imbécil de Franc, en este momento siento mi cara arder, si fuese un muñeco de dibujos animados, saldrían chispas de mis ojos, y fuego de mis orejas.

Entonces miles de ideas pasan por mi cabeza, ¿por eso lo cariñoso de Armando?¿por eso ha ido él solo a comprar?, y mi cabreo crece, así que "cariño es para que descanses" ¿era mentira?.

Buenos a la guerra juegan dos.

-Hola Franc, que alegría verte- digo con mi mejor fingida sonrisa- ya hacia tiempo que no nos veíamos.(ni ganas).

-Hola Sara- contesta Franc un poco desorientado.

-¿que tal estas?, ¿no has venido conDiana?- ojala conteste que se esta muriendo, y que Diana lo hadejado.