Entre dos hombres (+18)

Capitulo 8

No podía ser, él nunca viene, corro al baño, mientras me coloco apresuradamente mi vestido de tirantes,y me limpio el semen que resbala de mi sexo hacia mis piernas,dejando muestras de la pasión que termino de vivir con Sebastián.

-¿donde esta Sara?- oigo que pregunta Armando.

-Esta arriba arreglando mi cama-Responde Sebastián,- ahora baja.- se que lo ha dicho para que Armando no suba, pero oigo las pisadas aproximarse.

Salgo del baño y empiezo a arreglar la cama, mientras con la mirada busco mi tanga. Al entrar en la habitación la cama esta hecha, y al pasar por los pies de esta, veo mi tanga, con disimulo con el pie lo empujo bajo la cama. Después lo cogeré.

-Hola cariño- dice Armando mientra sea cerca y posa sus labios en los míos.

-Hola, ¿como es que has venido?- digo rodeando su cuello y darle un pequeño beso.

-Quería disfrutar un poco de mi novia,ayer lo que es decir no nos vimos y hoy si vuelves tarde tampoco, así que he venido a comer con vosotros- dice Armando cogiendo mi mano ya compañándome a la cocina, donde Sebastián ya esta sirviendo los platos.

La comida es agradable, el ambiente es relajado, tanto que Armando invita a Sebastián a comer el domingo, a lo que él a aceptado y los tres felices, cuando terminamos entre los tres recogemos la mesa, y Sebastián prepara café.

-¿Entonces esta noche no os veréis?-dice Sebastián.

-Yo tengo un sensor entre las piernas,nada mas la detecta me avisa- ellos dos se ponen a reír, pero yo me sonrojo

-Queréis callar-

-uuufff papa no sabes lo ardiente que es- dice Armando para molestarme. A Sebastián se le forma una sonrisa.

-Armando te la estas jugando, creo que Sara te enviara a dormir al sofá, si quieres Sara puedes dormir aquí conmigo cuando quieras- Dijo Sebastián.

-Papa, a quien deberías invitar aquí es a mi, al fin y al cabo soy tu hijo y tengo habitación-Reprende Armando a su padre.

-Ya tuviste tu oportunidad y te fuiste-dice Sebastián de forma casual.

-Creo que ninguno de los dos esta muy bien, debí haber estudiado psicología, ya tendría dos pacientes.-intento cambiar el tema. No quiero que la charla se vuelva desagradable.

-Entonces no estaríamos juntos, no puedes acostarte con los pacientes-Armando... no lo compliques.

-Bueno me voy a buscar otra profesión.-me levanto y beso a Armando, cojo las tazas del café- y me voy aprepararme para el gimnasio y la ropa de la noche ya que voy directa.

Sebastián se levanta detrás de mi y me sigue a la cocina.

-Siento haber tenido que terminar con tantas prisas- me dice mientras acaricia mi mejilla.

-No pasa nada, hemos terminado justo a tiempo- Sebastián me da un delicado beso al cual correspondo.

-Vete o no respondo-

-Vamos chicas moved esos culos- dice Carlos el profesor de spinnig- vamos a subir uno más.

No por Dios tengo la lengua en el suelo, noto como arde mi cara, me están empezando a temblar las piernas. No puedo subir uno, si no moriré.

-Sara te estoy viendo vaaaaa, no me seas floja, va estamos subiendo una montaña, va chicas animo, ya llegamos- como lo odio, no hace mucho que voy al gimnasio y soy la que lleva la bici más flojita. Pero el me aprieta más que a las demás.