Capitulo 11

770 13 2
                                    

Dejamos de respirar, Sebastián me mira a los ojos y yo lo miro, estamos quietos esperando oír la voz de Armando. Nuestros corazones se oyen, el pulso esta acelerado y la adrenalina va a mil por hora. Oímos pequeños pasos en el piso superior,.....ha sido el vecino. Soltamos el aire retenido y volvemos a respirar.

-No deberíamos hacerlo- dice Sebastián para luego besarme de forma apasionada, coge mis nalgas y yo enredo mis piernas al rededor de su cintura

-No deberíamos hacerlo- repito con voz entrecortada por la excitación cuando corta el beso. Paso mis manos por su cabello y vuelvo a besarlo- pero hazlo.

Sus manos bajan a su pantalón, libera su miembro y lo siento rozarse en mi entrada por encima de las bragas.

Solo gimo y vuelvo a decirle- hazlo.

Aparta mis bragas y me embiste tan fuerte que mi espalda queda pegada totalmente contra la pared, estoy empotrada contra la pared, sube sus manos a mi cara y vuelve a besarme con desesperación.

-Dios Sara- dice mientras mete y saca su polla de mi. Suelta un gruñido.

Mis manos están en sus hombros, aprovecho y me levando suavemente y me dejo caer. El roza mis pechos cuando subo, mordisquea mis pezones.

Muevo mis caderas con el dentro de mi. Se que no podemos hacerlo muy largo, no debemos tentar a la suerte. Así que aligero el ritmo, lo hago mas rápido. El también mueve sus caderas y hace que las penetraciones sean más profundas.

Sebastián baja su mano a mi clítoris, se que el esta a punto de venirse, mueve su dedo con cuidado, estimulando y haciendo que gima en su oído.

-O Sebastián siiiiiii- en eso noto como mi cuerpo suelta lo que había estado conteniendo. Aun sigo moviéndome falta Sebastián. Quien con unas pocas embestidas más me llena de su liquido.

Me mira con mucho amor y me da muchos pequeños besos. Yo estoy flotando, aun esta dentro de mi.

-Sera mejor que me vaya- dice recuperando el aliento.

-Sí- digo sin bajar de él.

-Tendré que soltarte.

-Si- no me muevo.

-Debemos separarnos.

-Sí- aun estoy quieta. Él dentro de mi.

Me da otro beso, mas grande que los anteriores y me baja al suelo, y como temía al separarnos se termina la magia del momento.

Sebastián se arregla la ropa y se despide con un corto beso. Voy al baño a ducharme y a pensar. Lo que el sexo relaja es verdad, lo que una ducha relaja también. Pero sigo muy cabreada con Armando. Así que hoy dormiré en el sofá.

Todo esta en silencio, me giro para volver a dormir, me cubro con la sabana.....¿sabana?¿cojín?, ¿donde estoy?. Me incorporo y estoy en mi habitación. Ayer me acosté en el sofá. Miro mi móvil y son las doce del mediodía, si no me levanto habrá pasado un día sin disfrutarlo. Entonces vuelvo a acostarme, tapo mi cara con la almohada, no tengo ganas de levantarme y discutir.

-Vamos dormilona- oigo a Armando a través de la almohada y como esta se levanta de mi cara.

-No tengo ganas- digo con enfado, quiero que sepa que me acuerdo de lo de ayer.

-Va, te he preparado algo- dice, noto como lo dice sonriendo. Y si lo veo sonreír me derretiré, tiene la sonrisa mas bonita que he visto.

Me levanto sin mirarlo y salgo al comedor.

Entre dos hombres  (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora