Sus manos en mi cuerpo (capítulo 17)

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Entro a la habitación destinada a Ryan, Jake por su parte se quedo en la entrada y cierra la puerta después de que entre, camino por la habitación y ahí esta Ryan, hora me siento mejor ya que constante con mis propios ojos que se encuentra bien.

Yo: Señor, ¿esta mejor?¿que sucedió?¿quien pudo intentar matarlo?

Ryan: Siempre usted con sus mil preguntas, si, me dispararon y no se, no se quien intento matarme. ¿Usted se encuentra bien? parece alterada.

Pero este hombre siempre mantiene el control, yo soy la alterada, y el como si nada hubiera sucedido, ¿de que esta hecho este hombre?...

Ryan: Como puede ver debo traer este vendaje en mi brazo y me mantendré en casa unos días para recuperarme, pero el trabajo no puede esperar así que usted deberá ir a mi departamento a recibir las indicaciones para que las realice por mi.

No estoy segura pero ¿acabo de escuchar que quiere que vaya hasta su casa algunos dias y estemos ahí el y yo, tan cerca uno del otro?, ante mi cara de confusion sigue hablando.

Ryan: No se preocupe, también le servirá de apoyo el señor Leviels, el esta a tanto de toda la corporación y se le hará mas sencillo realizar sus tareas.

Estos días trabajando con el me han enseñado que no se le dice no al señor Carter, y como el decide que hago en mi trabajo deberé obedecer, aunque me da emoción no lo negare conocer su casa y ver donde es donde duerme el señor todopoderoso de New York.

Ryan: Eso es todo señorita Franco, puede irse a descansar a su casa, ya es muy tarde.

Yo: Si, gracias señor, yo realizare lo que me pida para su pronta recuperación, pero puedo preguntar, ¿como sabia usted que si vendría?..

Ryan: Muy sencillo, desde aquel encuentro donde usted me besó, no deja de verme con ojos provocativos, así que sospecho que no le soy indiferente, al igual que usted no lo es para mi.

La confianza de este hombre hace que cuando habla no me quedan dudas, me convence de lo que dice... ¿es así como a llegado al lugar que es o es que su trabajo lo ha formado a ser asi?, pero que digo, su ego esta hasta el rascacielos mas alto y más allá.

Yo: Disculpe pero creo que ya aclare que yo no lo bese, fue usted a mi y yo solo lo veo como mi jefe y nada más, creo que tantas pastillas para el dolor le afecto el cerebro...-oh no, ¿acabo de decirle eso a mi jefe?, adiós casa, adiós empleo, adiós carta de recomendación, adiós comida. Ryan esta atónito y levanta la ceja al ya tener la respuesta adecuada, seguro me da la gracias y me hecha del hospital.

Ryan: Vaya ninguna asistente, ninguna empleada, bueno es que estoy seguro que ninguna mujer en mi vida me había hablado de tal manera, que osadía de su parte ¿no le parece?..

Yo: Bueno tal vez sea hora de que alguien lo hiciera, no confunda lo que paso en aquella ocasión con nuestro trabajo, soy su asistente y nada mas, iré a su casa a realizar mis deberes y solo eso... no piense en ideas extrañas.

Ryan: ¿Ideas extrañas? Pero si nadie dijo nada sobre algo, usted se ha hecho esas ideas en su cabeza, aunque le diré que la idea no me desagrada para nada.

Yo: Creo que es hora de irme, esperare sus indicaciones por correo.-Estoy por irme y me toma por el brazo.

Ryan: Le agradezco que este aquí, su presencia siempre me hace sentir mejor, y su forma de desafiarme me agrada, no me gusta lo fácil, y que sepa que si no la poseo aquí en la camilla es porque hay cámara de seguridad en la habitación, pero llegara el momento y disfrutare de usted. no tiene ni idea de lo que usted provoca en mi.

¿He oído bien? ¿Es posible que Ryan me desee a mi como yo a él?, no, no quiero que me vuelvan a lastimar, mi orgullo y dignidad hace poco estaba por los suelos por culpa de Gabriel, no deseo repetir esa patética historia de la ingenua que se enamora de su jefe.

No Te Soltaré (Is It Love?) EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora