Inesperado

Capitulo 3

Les dije a mis amigas que me llevaran a mi casa y que nos encontráramos más tarde en nuestra plaza. No habíamos comprado una plaza pero así llamábamos a una plazoleta rodeado de cinco casa, dos de ellas abandonadas y las otras estaban casi igual porque durante el día no se veía nadie y recién en la noche aparecía un coche, era un pequeño espacio verde que contaba con dos arboles que parecían uno de lo cerca que estaban, un arbusto a un par de metros y algunas flores que nosotras plantamos. La encontramos hace un par de años en una de nuestras caminatas y a partir de allí siempre nos reuníamos a pasar el tiempo o a hablar de algún problema o preocupación, era nuestra punto de encuentro donde teníamos tranquilidad tranquilidad sin ser interrumpidas y sin chismosos que oigan nuestras conversiones, y además nos quedaba a igual distancia a todas.

Al abrir la puerta de mi casa agradecí que mi familia no estuviera porque se habían ido a visitar a mi abuela para planear un viaje que haríamos en un par de días, así que eso evitaría tener que estar respondiendo interrogatorios por llegar a casa tan tarde. 

Al entrar en mi pieza y mirarme en el espejo casi me da un infarto, tenia el top manchado con un poco de sangre proveniente de la herida en el abdomen, la que por cierto debería curarme, mi pollera rosa pastel tenia manchas de tierra en todo el costado derecho, mi frente estaba algo hinchada e iba asomando un color entre morado y verdoso del hematoma por el golpe de la botella. 

¡¿Como no iban a pensar que estaba loca con este aspecto sumado a mi accionar?! Deje de lamentarme y por fin me dí una larga ducha con agua tibia.

Estábamos sentadas en nuestra plaza mientras tomábamos jugo de durazno para aliviar el calor. Gigi y Renatta me habían contado que aquella noche tuvieron que mentirle a mi mamá sobre mi paradero, llamaron a todos los contactos que estaban en mi cuenta de google preguntando por mi, habían revisado las historias de cada una de las personas que yo seguía por si me habia ido con ella e incluso me mostraron cadena de búsqueda que compartieron en instagram y whats app. Igual todo ello fue inútil porque seguían sin noticias ni rastros de mi paradero. 

Yo reía a todo pulmón mientras ellas hablaban y se desesperaban al contar, se interrumpían hablando una sobre la otra y hacían una pequeña obra teatral recreando aquella noche con cierta exageración. Definitivamente Gigi y Renatta deben ser parte del FBI, eran demasiadas cosas las que habían hecho considerando que solo había "desaparecido" un par de horas. Igual las amaba por preocuparse tanto por mi.

Las horas pasaron muy rápido ya casi era de noche y nosotras seguíamos sentadas allí mientras yo  les contaba todo mi hazaña de esta mañana. Ellas se reían y tiraban ideas de lo que podría haber hecho para salir, ideas que cabe decir que eran el triple de locas que la que tuve yo en ese momento.

- Ufff pero eso fue genial! No entiendo porque al comienzo nos dijiste que te dió vergüenza y posteriormente enojo... - Dijo Renatta pensativa.

- Bueno la vergüenza fue por todo el escándalo que arme por nada, ya se que no tenia como saber que no era lo que pensaba pero debería haberme replanteado las cosas cuando entro la Anna, pero no yo seguí flasheando cualquiera - contesto e hice una pausa - y el enojo fue porque mi despedida con uno de los chicos se pudo interpretar como coqueteo sin serlo realmente...

- Pero eso no veo porque seria causa de enojo, es más creo que es muy bueno - puntualizó Gigi con entusiasmo - quien sabe si luego te habla y bueno - elevó sus cejas insinuante.

- Si es causa para mi porque saben lo que pienso del coqueteo a chicos que no son ni siquiera mis amigos - ellas asintieron, si bien no pensaban igual que yo, conocían las razones por las que era reacia a ello y lo aceptaba - y tampoco entienden del todo porque todavía no sabes quien es ese chico - las dos se acercaron más a mi y me miraban intrigadas - es Alex Bruste.